LA CARRETA DE LA MUERTE

Esta historia se conto a principios de los años de l900, y se cuenta aún en la ciudad de Puebla de los Ángeles, México, es una historia que se hace increíble de creer por lo que se conto y se cuenta de ella.

En esos años, se decía que donde está la Iglesia de San Francisco, donde se venera el beato San Sebastián de Aparicio, patrono de los camineros o viajantes, es donde se escuchaba pasar por las noches una carreta.

Los que tuvieron la osadía o la curiosidad de esperar a que pasara la carreta, para ver si efectivamente era la carreta de la muerte, quedaban paralizados por el espeluznante espectáculo que veían.

Los que tuvieron la suerte de contar lo que vieron, decían que sí era una carreta jalada por cuatro caballos negros, los cuales eran cadavéricos, y sus ojos con el trote despedían chispas de fuego, y que aunque se oía su trote de cascos, dichos caballos iban arriba del piso, como si volaran.

Y el cochero, no era otro que un esqueleto, con una capa negra, el cual iba volteando de un lado a otro, con su boca desdentada como si estuviera sonriendo, pero como buscando algo o a alguien.

Y la carreta iba llena de muertos descarnados, como pidiendo ayuda o clemencia.

Se dijo también que el cochero era la muerte, la cual iba recogiendo almas que habían dejado ya su cuerpo, y por esa razón iba volteando por todos lados.La gente en sus casas al oír esa carreta que iba pasando, se hincaban y rezaban por las almas que iban en ella. Y aún en la actualidad los que llegan a escuchar esos cascos de caballos y jalando una carreta, se persignan, sintiendo un fuerte escalofrió y pidiendo a Dios, no sea ningún familiar que va en ella.

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