IGINIO SOBERA DE LA FLOR (El pelón Sobera)

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Iginio Sobera de la Flor, más conocido como el “pelón Sobera), nació en la ciudad de México, por el año de 1928, salto a la fama de los anales criminales en la década de los cincuentas.

De lo poco que se supo en ese entonces fue, que su padre era un comerciante español y que poseía una finca en Villahermosa, Tabasco, también  se supo que desde pequeño mostro trastornos de personalidad muy marcados: se dice que sin motivo aparente, hacia extraños ademanes con las manos y ruidos anormales con la garganta, en términos generales, siempre mostro ser un enfermo que con el tiempo catalogaron como esquizofrénico.

“Sobera” gustaba de raparse completamente la cabeza, de ahí su nombre, casi siempre usaba una gorra de cuadros, su manía de raparse provenía de una idea obsesiva, ya que creía que al crecerle el pelo le causaría dolores de cabeza,  “Sobera de la Flor”, estuvo internado en el Hospital Floresta, y allí los médicos le diagnosticaron que padecía esquizofrenia, se sabe que un hermano suyo, también tenia trastornos mentales y paso años recluido en un manicomio de Barcelona.

Como podemos ver, “Sobera de la Flor”, aparte de padecer la enfermedad antes mencionada, parecía ignorarlo, ya que para él solo existía la buena vida y lujos que se daba, poseía un automóvil último modelo, en el cual se trasladaba a todos los sitios que frecuentaba por las noches, obsesionado por el sexo y las prostitutas, se pasaba las noches en el Waikiki, un cabaret que estaba de moda, hablo de los años cincuentas.  Como podemos ver, “Sobera de la Flor”, no se privaba de nada y sobre todo de placeres, como el alcohol, drogas, mujeres, marihuana, la cual consumía con cierta regularidad, era como ya lo hemos notado  era poseedor de una gran fortuna, emanada de su familia, no necesitaba trabajar, como dato curioso, estudió contabilidad en la Universidad Autónoma de México. (U.N.A.M.)

El sábado 10 de marzo de 1952, el “Pelón Sobera de la Flor), amenazó con su pistola escuadra a una empleada del departamento de perfumería de un hotel, tras decirle textualmente que “SUS PINCHES PATRONES VENDIAN AGUA ALCOHOLIZADA”, la joven aterrorizada, observó como “Sobera” se sentaba en un sillón de la recepción del hotel y ahí repitió varias veces que “TENIA QUE MATAR A ALGUIEN”, después se marcho tranquilamente.

Más tarde, tras caminar sin rumbo fijo durante un par de horas, después entro a un bar ubicado en la Avenida Juárez, pidió una copa de ginebra al barman, quien al momento de servírsela, le pidió que se quitara la gorra, “Sobera”, se enojo, y fuera de sí, sacó su pistola mientras le gritaba:”TU MEJOR TE CALLAS, MESERITO HIJO DE LA CHINGADA”, después de un solo trago bebió la copa, arrojo unos billetes sobre la mesa y salió corriendo del bar, como si alguien lo persiguiera.

El domingo 11 de marzo de 1952, “Sobera de la Flor”, daba uno de sus acostumbrados paseos en su auto, como a una de la tarde, planeaba ir a otro día al Waikiki, de pronto otro automóvil le cerró el paso, este era conducido por el capitán del ejército mexicano, Armando Lepe Ruíz, tío de  Ana Berta Lepe, (célebre actriz de la época y que había sido además miss México.)

“El Pelón Sobera”, se sobresaltó, freno mientras Armando Lepe, pasaba frente a él, tras los claxonazos, Lepe le grito: ¡LE ESTOY PIDIENDO EL PASO IDIOTA! Y después se marchó.

“El Pelón Sobera”, se enojó y preso de coraje, siguió a Armando Lepe en su auto, lo alcanzó en la colonia Roma, en la esquina de la avenida Insurgentes y Yucatán, ya conocida desde entonces como “La esquina del crimen”, por los hechos violentos que allí siempre ocurrían, estaba  el auto en el semáforo, Sobera se estacionó junto al coche de Lepe, se bajo de su coche, saco su escuadra que siempre portaba y le grito ¡CHINGA A TU MADRE!. Luego abrió fuego, le vació el arma, acribillándolo.

Lepe, quedo herido de muerte, a su lado iba María Guadalupe Manzano López, quien se cubrió la cara con las manos al escuchar el primer disparo y de inmediato se sintió herida en el dedo anular derecho, luego “Sobera” volvió a su auto y se dio a la fuga.

La víctima fue trasladada a la Cruz Roja, de las calles de Durango y Monterrey, ubicada en la colonia Roma, donde murió a los pocos minutos de haber llegado, fue identificado de inmediato y el agente del ministerio público de la octava delegación, recibió una llamada donde le informaban lo sucedido.

María Guadalupe Manzano López, rindió su declaración de los hechos, y a pesar de la rapidez con que sucedieron los mismos, describió al atacante como “Un hombre joven, de barba crecida, aspecto desaliñado y con una cachucha que le tocaba la cabeza”, un testigo pudo dar la matricula del auto: 76-115, del Distrito Federal, por el número de la placa la policía averiguo que el automóvil estaba a nombre de Higinio Sobera de la Flor, y hallaron su fotografía en los archivos de tránsito y confrontaron que se trataba de un joven de 24 años de edad.

Se supo después que tras cometer el homicidio, “Sobera de la Flor”, se fue al bosque de Chapultepec, donde un vigilante le llamo la atención por escandalizar en dicho bosque, de vuelta en su casa, “Sobera”, se encerró en su cuarto, más tarde llego su madre y lo encontró sentado en su cama, absorto, mirando el arma con la cual había matada al Capitán Lepe, y así permaneció en resto del día, se supo que no corrió y que tuvo varios accesos de llanto, gritaba, reía a carcajadas y luego pasaba lapsos en total silencio, se sabe que su madre conociendo su temperamento, prefirió no intervenir.

La noticia de la muerte del capitán Armando Lepe Ruíz, se público en todos los periódicos, como un artero crimen por una disputa del tránsito.  Los testigos describieron el automóvil y el rostro del “Pelón Sobera”, y así su fotografía apareció en todos los diarios del país, era imposible no existiera confusión sobre que él era el asesino.

La familia de Iginio Sobera, lo puso sobre aviso, pero él no quería escapar sin su pistola, solo se sentía seguro con ella, su madre ya había escondido el arma homicida, y le regalo una nueva que no estuviera relacionada con algún crimen.

La madre lo registro en el hotel Montejo, ubicado en el Paseo de la Reforma, ya que pensaban trasladarlo a Barcelona y recluirlo en el hospital psiquiátrico, donde confinaron a su hermano.

Pero Higinio  no podía estarse quieto, el solo pensaba en la noche y que buscaba la juerga y así desdeño las recomendaciones maternas y salió del hotel, el lunes 12 de marzo de 1952, se encaminó a Paseo de la Reforma, y ahí estaba Hortensia López Gómez, una joven que acababa de salir de trabajar y estaba esperando el autobús que la llevaría a su casa.

“El Pelón Sobera”, la abordo y comenzó a molestarla, haciendo uso de su lenguaje soez, la joven se molesto, y al ver que el autobús no pasaba, y que Sobera seguía molestándola, decidió parar un taxi, uno se detuvo y Hortensia se subió, pero “Sobera” hizo lo mismo, el taxista se llamaba Esteban Hernández Quezada, pese a las quejas de la joven, no hizo caso, luego declararía que pensaba que eran novios peleándose, arranco con ambos en el asiento trasero, “Sobera” trato de convencerla de que “FUERAN A ATOMAR ALGO” mientras ordenaba al taxista que enfilara a la avenida Chapultepec,  le propuso a la joven que tuvieran relaciones sexuales, quiso tocarla y besarla, pero ella se negó rotundamente, Hortensia  comenzó a llorar y a suplicar, pero el Pelón” preso de la furia, saco la pistola nueva que su madre le acababa de regalar y le disparo a Hortensia tres veces a quema-ropa, matándola en el  acto.

El taxista trato de llamar la atención y a propósito se paso un alto y un agente de tránsito lo detuvo, recogiéndole la licencia, pero el “Pelón Sobera”, con pasmosa sangre fría, abrazo el cadáver y le guiño un ojo al agente, mientras le daba un billete de cinco pesos y le comentaba entre risas que “SU NOVIA ESTABA UN POQUITO TOMADA”, después enfilaron a la carretera de Toluca, en la entrada, “Sobera”, le apunto al taxista,  hizo que se orillara y lo obligo a bajarse del taxi.

El taxista se presento a la media noche en la delegación de Cuajimalpa, denunció el robo del coche y narro los hechos ocurridos, y en una situación totalmente absurda, el agente del ministerio público no tuvo otra ocurrencia, si no tomar al taxista por un borracho  que le estaba inventando un cuenta, y le aconsejó se fuera a su casa a dormir la borrachera, diciéndole que  “Al día siguiente tal vez recordaría donde había dejado su automóvil”.

Mientras “Sobera de la Flor”, había conducido hasta un motel ubicado en el poblado de Palo Alto, donde rento una habitación y se metió con el coche, el personal del motel pensó o que era un  taxista ligándose a una pasajera alcoholizada.  Nadie noto que la chica estaba muerta, la cargo en sus brazos y la metió al cuarto, tras desnudarla, le limpio la sangre, la colocó sobre la cama, se desnudo el mismo y tuvo sexo con el cadáver, tras terminar se quedo dormido, abrazando a la muerta toda la noche, al despertar, nuevamente tuvo relaciones sexuales con el cuerpo inerte de la joven.

El martes 13 de marzo de 1952, a primera hora, los familiares de Hortensia, acudieron a denunciar la desaparición, ya que no había llegado a dormir la noche anterior.

Horas después, unos campesinos de Cuajimalpa, avisaron que un taxi estaba en una cuneta y que en su interior estaba el cadáver de una joven mujer, y en su bolso de mano se hallaba un monedero con las iníciales H:L:, la necropsia, indico que “Sobera” había cometido necrofilia.

Fue el coronel Silvestre Fernández, entonces jefe de servicio secreto, quien arresto a “Sobera” en el hotel Montejo: este no opuso resistencia, incluso entrego riéndose a carcajadas, las llaves del taxi, todavía se permitió una burla más, “Sobera” dijo “QUE TENIA HAMBRE, PORQUE  CON EL AJETREO NO HABIA PODIDO COMER” pidió le llevaran unas tortas y al preguntarle cómo pensaba pagarlas, sugirió que los policía s utilizaran el dinero de  Hortensia, alegando “AL FIN Y A ESTA MUERTA, ADEMAS SI YO LA MATE, CREO QUE ME PERTENECE”.

El “Pelón Sobera”. Fue recluido en Lecumberri, su familia pagaba $600.00 (seiscientos pesos), al mes, para que su celda tuviera todas las comodidades, fue fichado con el número 48116 del penal.

“El Pelón Sobera de la Flor”, fue durante un tiempo el secretario particular de Gregorio Goyo Cárdenas, el estrangulador de Tacuba, en el manicomio, Cárdenas lo despreciaba, luego “Sobera”, fue trasladado al centro médico, allí quedo un tiempo en estado catatónico, luego fue llevado a la casa de su familia, donde viviría atado eternamente a una silla de ruedas hasta el fin de sus días, murió en la ciudad de México, en el año de 1985, de causas naturales.

Por sus crímenes fue sentenciado a 40 años de prisión, en el Palacio de Lecumberri, donde permaneció hasta el cierre de esta prisión en 1976, (25 años), luego fue trasladado al reclusorio Sur de la ciudad de México, donde permaneció sus últimos 5 años de reclusión.

Como podemos ver en 1982, después de 30 años de prisión el “Pelón Sobera”, salió en libertad, y ya nada quedaba del joven soberbio y prepotente y mucho menos del peligroso criminal, ya solo quedaba un senil lento e inofensivo viejo de 54 años.

Este crimi8nal fue muy famoso en su tiempo por solo dos crímenes muy sonados por la impulsividad y la necrofilia, principal factor de escándalo en la sociedad mexicana.NOTA.  Se considero aunque no se pudo comprobar, que fue un asesino serial al cual se supuso que había según  comentarios de las sirvientas que laboraron en ese tiempo en su casa, las cuales comentaban que varias veces encontraban su ropa del pelón Sobera, manchadas de sangre y unas tuvieron que lavarlas y otras tenían que desecharlas, pidiéndoles  por la madre del Pelón que no hablaran de lo visto.

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