Nació en Cumpas, Sonora, México, en el año de 1924, falleció el 5 de agosto del 2000, en Acapulco, Guerrero, México.

Como ya mencione nacido en Sonora, de extracción humilde, su familia emigró a la ciudad de México en busca de mejores oportunidades económicas. Durante su infancia, vivió en la colonia Roma de la ciudad de México.

Ahí conoció y entablo amistad con José López Portillo, se dice que estudiaron en la misma escuela y que juntos tuvieron varias correrías y peleas con otros grupos, después cada uno siguió su camino.

Arturo Durazo, estudió en la “ESCA”, del Instituto Politécnico Nacional, y después durante el gobierno del general Manuel Ávila Camacho, y durante parte del  gobierno de Miguel Alemán Valdez, fue empleado del banco de México, a finales de 1948 cambió de funciones y se desempeño como inspector de tránsito de la ciudad hasta 1950, después fue agente de la Dirección Federal de Seguridad (DFS), y posteriormente hacía 1958, obtuvo su ascenso como comandante de la misma corporación.

Se dice que a finales de los años 60s. y principios de los 70s., formo parte de la Dirección de las “Brigadas Blancas”, agrupación gubernamental en cubierta, destinada a actuar como represora de los movimientos políticos y sociales durante la “Guerra Sucia”.

Arturo Durazo, salto a la esfera política, gracias a su amistad con José López Portillo, presidente de México de 1976 a 1982, como ya mencionamos amigos desde la infancia, López Portillo lo invito a participar como su guardaespaldas durante su campaña por la presidencia de México.

José López Portillo, ganó las elecciones presidenciales, al llegar a la silla presidencial de México, premió al negro Arturo Durazo, asignándole el cargo de la Policía de la Ciudad de México (DGPyT), cargo en que se mantuvo durante todo el sexenio López Portillista (1976-1982).  Así la policía de la ciudad de México, vivió una etapa históricamente  más negra y corrupta y descarada, durante el período en que Arturo Durazo la dirigió.

Tampoco Durazo, amigo del presidente, dejo escapar la oportunidad para amasar una importante fortuna al frente de la policía de la ciudad de México, gracias al ambiente que prevaleció durante su ejercicio fue LA MORDIDA O ENTRE, que todos los oficiales debían entregarle.  La extorción a sus subalternos era materia conocida por todos.

En 1976, creó la Dirección de Investigaciones Para la Prevención de la Delincuencia, (DIPD), institución cuya siniestra fama de albergar a agentes policiacos corruptos y despiadados, fue celebre dicha corporación y fue dirigida por su amigo Francisco Sahagún Baca, era común que los policías asignados a esta división AMADRINARAN (protegieran) a delincuentes probados para liberarlos posteriormente a su captura, bajo un espectro de corrupción muy extendida y enraizado, dentro de esta premisa, ya que los mismos policías capitalinos, ante tal impunidad tuvieron libertad para realizar asaltos a bancos y a diferentes comercios, así como la extorsión y privación ilegal de la libertad de muchos ciudadanos.

                SEMBRARON delitos como tráfico, lenocinio, homicidios, robo, violación, etc., etc., inculpando a personas inocentes por delitos que no habían cometido y solapar a criminales de su propia corporación policiaca, esto demuestra la impunidad, fue uno de los rasgos notables de su desempeño como jefe policiaco, la tortura, fue otro de los aspectos que prevaleció en su corporación policiaca.  Ya que cualquier delincuente remitido era sometido a interrogatorios  bajo actos de tortura, ya fuese para confesar sus delitos o para aceptar otros no cometidos, mucha gente inocente fue víctima de estos métodos de tortura.

También durante su gestión Durazo, autorizó la creación del Colegio de Policía.  Fue nombrado por el presidente López Portillo, General de División, sin haber cursado una carrera militar, lo que le gano la antipatía de todos los militares, entre ellos, al Secretario de la Defensa Nacional.

Recibió distintos reconocimientos, recibió el Micrófono de  Oro por la Asociación Nacional de Locutores, fue nombrado Miembro de la Legión de Honor y para contrariedad de algunas juristas, fue nombrado “Doctor Honoris Causa”, por el tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, sin tener antecedentes como Jurista, no obstante algunos periodistas ya indagaban sobre sus dudosas actividades privadas.

Y al fin la Prensa y algunos ciudadanos comunes, expusieron a la opinión pública, las propiedades del General Arturo Durazo, plenas de fastuosidad y un lujo inimaginables, mando construir dos mansiones, una en la ciudad de México, con Galgodromo, discoteca (idéntica al famoso estudio 54), helipuerto y casino, actualmente este inmueble es “La ciudad de la Investigación”, esta casa está en las orillas de la ciudad de México, en el kilometro 26 de la carretera libre a Cuernavaca, el segundo fue el inmueble, el famoso “Partenón”, una gigantesca finca estilo griego, situada en Zihuatanejo, Guerrero, con una extensión de casas para huéspedes, contaban con piscinas, discoteca, caballerizas, instalaciones deportivas y espacios poblados por animales exóticos.
Esta propiedad fue expropiada durante el gobierno de Miguel de la Madrid, en 1984, y actualmente está bajo la administración del fideicomiso de la Bahía de Zihuatanejo, “Promotora de Turismo” (PROTUR).

Durazo, también logró hacerse de una “Chalet Suizo”, en las faldas del Ajusto, al sur de la ciudad de México, al cual solo podía llegarse por helicóptero.  Se dice qu4e en la construcción de este “Chalet Suizo”, ocupó a los policías de la ciudad de México como albañiles.  Esto nos demuestra una vez más, que el Negro Durazo, gozó y disfruto de impunidad, durante el sexenio de López Portillo.

En 1982, Arturo Durazo, cayó en desgracia como consecuencia de la campaña de “Renovación Moral “, lanzada por el siguiente presidente de México, Miguel de la Madrid Hurtado (1982-1988), bajo esta premisa se suscito un gran distanciamiento entre La Madrid y el Gobierno anterior.

Gracias a esta campaña, fueron reveladas las malas prácticas de los funcionarios de la administración que concluía, como los lujos, el nepotismo y los beneficios económicos de los cuales disfrutaron José López Portillo y sus colaboradores, el descontento social, no se hizo esperar y solicitaban castigarlos, pero la figura presidencial al termino de su ejercicio, siempre ha sido intocable, pero había que castigar tantos actos de corrupción.

¡Cual sería la salida! Encontrar chivos expiatorios, lo más fácil.

Y el ex director de Pemex, Jorge Díaz Serrano, fue uno de ellos y el siguiente Arturo Durazo Moreno, al cual se le extendió una orden de aprensión SC/122/84, como presunto responsable del delito de extorsión

En la obtención ilegal de cerca de 60 millones de pesos, el escrutinio de los archivos de la dirección a su cargo, revelaron sus ilícitos y gastos irregulares efectuados en la adquisición de sus numerosas propiedades, Arturo “El Negro Durazo”, fue notificado de su aprensión por los delitos de contrabando, acopio de armas y abuso de autoridad.

Alguien le paso sobre aviso y escapó de la justicia mexicana, viajando a diversos países.  En junio de 1984, fue detenido por agentes de (F.B.I.), en San Juan de Puerto Rico, y extraditado a México en abril de 1986, y recluida en la prisión bajos los cargos citados anteriormente.

Purgo su condena durante 8 años (su condena era de 16 años), posteriormente fue liberado en 1992, debido a su estado de salud delicado y por buena conducta, radicó durante sus últimos años en Acapulco, Guerrero, falleció el 5 de agosto del año 2000, debido a un paro cardiaco ocasionado por cáncer de colon terminal, fue trasladado a México, donde fue velado en importante agencia funeraria, acompañado de algunos ex policías y su secretario particular de aquel entonces.

Sus restos fueron cremados y sepultados en el Panteón Español, en Acapulco, Gro., en la capilla de la Paz (Fraccionamiento las Brisas).

Años después, la Secretaria de la Defensa Nacional, lo desconoció como supuesto “General de División”, título que en su momento, le dio su amigo López Portillo.

Las propiedades de “Negro Durazo”, fueron confiscadas por el Gobierno Federal, los inmuebles por un tiempo fueron puestos en venta y otros fueron solicitados para ser sedes con un perfil de beneficio patrimonial público.

La situación legal de las propiedades de Durazo, no quedo claramente definida, y siguen en disputa legales, con los familiares del célebre “Negro Durazo”

Esta historia real vivida por los mexicanos, parece que seguirá siendo el pan de cada gobernante.

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