LA HERMANA AGNES SASAGAWA

Las apariciones de la Virgen María también han sido objeto de manipulación y muchas de las apariciones declaradas han sido falsas, otras por el contrario implican fenómenos que se pueden considerar como sobrenaturales, haciendo la aclaración de que en muchas ocasiones se mezclan, fenómenos naturales, sobrenaturales, enajenaciones, éxtasis, fenómenos sicosomáticos y fraudes, por lo que se debe cuidar bien de analizar todos los aspectos antes de dar por válido una aparición o una profecía.

Con respecto a las profecías en la misma Biblia menciona al respecto sobre como distinguir una real de una ficticia, y señala que las profecías de Dios no se contradicen, por el contrario van aclarando cada vez más el panorama, cuando al comparar las profecías se encuentran detalles que distan de las profecías coincidentes es de tomarse en cuenta para su correcto análisis.

Una de las razones de duda es el mismo hecho de que una estatua, algo inmaterial, pueda sangrar o llorar, no suena lógico ni congruente que un objeto inanimado tenga o presente características biológicas, siendo contra natura y causa temor en muchas personas y con esto ya no puede ser bueno.

Todo este previo se debe a que las profecías de la hermana Agnes Sasagawa salen del esquema y en cierta forma discrepan del resto de las profecías por lo que habrá que tomarse con reservas.

En 1969 fue anunciada otra aparición mariana que ha sido aprobada por la Iglesia Católica en Japón. Un ser angelical se le apareció a la hermana Agnes Sasagawa, que era una postulante en la Orden de las Esclavas de la Eucaristía. El ángel le dio una oración para agregar a su Rosario:

“Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva todas las almas al cielo, especialmente a los más necesitados”. Esta oración según se dice también fue dada por la Santísima Virgen a los niños en Fátima.

 El 12 de junio de 1973, la hermana Agnes, que era sorda, oyó una voz, que la instaba a ir rezar en la capilla:

“No temas. Ora con fervor no sólo por tus pecados, también en la reparación de los de todos los hombres. El mundo de hoy hiere al Sacratísimo Corazón de Nuestro Señor por sus ingratitudes y lesiones. Las heridas de María son mucho más profundas y más tristes que la tuya. Vamos rezar juntos en la capilla. ”

Cuando fue allí, vio brillantes rayos de luz que emanaban del tabernáculo. La luz apareció durante dos días.

El 28 de junio (las heridas de los estigmas de Cristo) comenzaron a aparecer en las manos en forma de una cruz de sangre. El 6 de julio, mientras rezaba en la capilla, Sor Agnes escuchó una estatua de la Virgen María hablar con ella, y otras hermanas vieron sangre goteando de la mano derecha de la estatua más tarde ese mismo día. El fenómeno se repitió cuatro veces, hasta el 29 de septiembre. En ese día, las hermanas fueron testigos de como apareció “sudor” exudado de la frente de la estatua y el cuello. Entonces, la estatua comenzó a “llorar”, y siguió haciéndolo hasta 1982. Un equipo de televisión japonés se dice, pudo filmar el fenómeno de llorar.

La Hermana Agnes siguió recibiendo los mensajes del ángel (hablando en nombre de María) por 9 años más. Las profecías siguientes son extractos de las transmisiones:

“Si los hombres no se arrepienten y mejor, el Padre infligirá un castigo terrible a toda la humanidad. Será un castigo mayor que el diluvio, tal como nunca se ha visto antes. Fuego caerá del cielo y desaparecerá a un gran parte de la humanidad, el bien y el mal, no se salvarán, ni los sacerdotes ni los fieles. Los sobrevivientes se encontrarán tan desolados que envidiarán a los muertos.”

“¿Es la enfermedad de tus oídos dolorosa? Tu sordera será sanada. ¿La heridas de tu mano te hacer sufrir? Ora por la reparación de los pecados de los hombres. Oren mucho por el Papa, obispos y sacerdotes. Dile a tu superior, todo lo que pasa hoy en día … ” (6 de julio de 1973)

“Si el amor del Señor, escucha lo que tengo que decirte. Es muy importante, que la transmitirá a su superior. Muchos hombres en este mundo afligen al Señor. Deseo almas para consolarle, para suavizar la ira del Padre celestial. Deseo, con mi hijo, almas que repararen por su sufrimiento y su pobreza a los pecadores y los ingratos.

“Para que el mundo pueda saber su enojo, el Padre Celestial está preparando infligir un gran castigo sobre toda la humanidad. Yo he intervenido tantas veces para apaciguar la cólera del Padre. He impedido la venida de calamidades, ofreciéndole los sufrimientos del Hijo en la cruz, su preciosa sangre, y amadas almas que le consuelan de la formación de una cohorte de almas víctimas. La oración, la penitencia y sacrificios valientes pueden suavizar la ira del Padre… Incluso en un instituto secular la oración es necesaria. Ya las almas que desean rezar están en camino de ser reunidos. Sin dar demasiada atención a la forma, son fieles y fervientes en la oración para consolar al Maestro.” (3 de agosto de 1973)“Mi querida hija, escucha bien lo que tengo que decirte. Informa a tu superior. Como te dije, si los hombres no se arrepienten y mejoran, el Padre infligirá un castigo terrible sobre toda la humanidad. Un castigo mayor que el diluvio, como nunca antes se ha visto. Fuego, que cae del cielo y eliminará gran parte de la humanidad, el bien y el mal, no se salvan ni los sacerdotes ni los fieles. Los supervivientes se encontrarán tan desolados que envidiarán a los muertos… El trabajo del demonio se infiltra incluso en la Iglesia de tal manera que uno verá cardenales oponerse a cardenales, obispos contra obispos. Los sacerdotes que me veneran serán despreciados y tendrán la oposición de sus hermanos… iglesias y altares despedidos, la Iglesia estará llena de aquellos que aceptan compromisos, y el demonio presionará a muchos sacerdotes y almas consagradas a dejar el servicio del Señor. El demonio será especialmente implacable contra las almas consagradas a Dios. La idea de la pérdida de tantas almas, es la causa de mi tristeza. Si los pecados aumentan en número y gravedad, no habrá perdón, ya no es para ellos. Hoy es la última vez que voy a hablar contigo en la vida, a partir de ahora te regirás por el que se te envió y a tu superior”. (Oct. 13, 1973)

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