Escrito XXXII
“matar es engañar a tu alma, y engañar es matar tu ser.”
“El que mata por mi Padre, solo debe de pensar que mi Padre no necesitaría de tu fuerza para matar, y el que engaña en su nombre, engañado vivirá su eternidad.”
Así como la flor más bella puede embrutecer al que la huele, la hierba seca y apestosa puede enseñarnos a vivir.
Rompe el silencio, expresa tu sentir, no guardes para ti solo, algo que por dentro te esté quemando.
No dudes en decir lo que sientes por temor a herir o lastimar, ya que lastimas mas guardando.
Saca tus temores, háblalos ante mi Padre, desahógate y háblate a ti mismo.
No calles algo que cuando te atrevas a decirlo ya no sea creíble.
Al que habla se le escucha, así que rompe tu silencio.
Aliméntate de tus propias palabras que dedicas a mi Padre.
Un secreto no es malo si este no daña a nadie, mas si ese secreto daña al que se le esconde, es más cruel cuando se sabe.
Si alguien te confiesa algo, escóndelo en tu corazón y no des la llave a nadie hasta que el que te lo dio, lo autorice.
El silencio no es nada más que sonido callado, y ese sonido descifrado es por mi Padre.
Así que no dudes en hablar, mejor cree en lo que oyes.
Dichosos los que entiendan.
Sentados en aquel árbol frondoso plantado en la parte trasera del hogar de María, las preguntas de los apóstoles a Iesus, fluían como agua en un arroyo.
Maestro preguntaba Lucas:
“como callo mi boca, para no herir al que me escucha.”
Y Iesus dijo a Lucas.
“no callando, y solo hablándote a ti mismo, así como evitando en cada palabra, herir a tu persona.”
“tus palabras hirientes, tarde o temprano pueden regresar a ti mismo.”
Y Lucas pregunto de nueva cuenta.
“Y como enseñar algo que aun no he podido entender.”
Y Cristo con una sonrisa habló.
“enseñarás cuando lo aprendido regrese disfrazado en tu vivencia, y en ese momento entenderás, es decir con tiempo el sol calienta al mundo.”
Judas levantó su voz y preguntó:
“amigo, como ser el mejor amigo sin fallar.”
Y Cristo soltando una carcajada de alegría, contestó.
“estando en lo que te necesite.”
“No siendo hipócrita y mucho menos mintiendo en lo malo que disfrazado de bueno está.”
“el amigo no es el que está siempre con uno todo el tiempo, el verdadero amigo por muy lejos que se encuentre, siempre tendrá palabras y amor para uno, sin importar tiempo, edad ni lugar.”
Mateo con una sonrisa escondida le preguntó:
“quisiera hacer cosas en mi vida, las cuales no me atrevo a hacer por miedo a fallar.”
Y Cristo contestando su pregunta y sonrisa escondida le dijo.
“Jamás sabrías si fallaste o triunfaste, si no lo haces nunca.”
“es bueno el pensar en no fallar, pero también es bueno hacer e intentar por lograr.”
“si piensas en no hacer cosas por no fallar, solamente te fallas a ti mismo.”
Pablo completando la pregunta comentó:
“pero Maestro si se intenta y se falla y lastimamos a un tercero.”
Y Cristo dijo:
“perder el miedo a lo que se va a hacer.”
Si un tercero avisado o enterado de tu falla estaba, entonces no dañaste a nadie, mas si fallas, por intentar algo bueno para ti y los demás, no debes sentir mal, si no al contrario, aprendiste una lección de vida.”
“pero si intentas algo por dañar a alguien, jamás te sentirás ligero de alma.”
Magdala al salir, ver y oír lo que sucedía en la parte trasera, no perdió la oportunidad para preguntar:
“Iesus, porque Dios perdona errores tan crueles y llenos de lujuria como los míos.”
Cristo al oír la ternura de la voz de aquella mujer llamada Magdala sonrió y le dijo.
“mi Magdala bella, tu pregunta se responde por que un padre, siempre perdona a un hijo después de un regaño y castigo, sea cual sea su falta.”
Juan como niño con alegría en su rostro, dijo:
“y como evitar pensar en lujurias y pecados Maestro.”
Iesus con sencillez contestó.
“si no conocieras el pecado, aunque sea en tu mente, entonces no sabrías lo que no es bueno, pequeño hermano.”
“todo hombre y mujer piensan en muchas cosas, no hay nadie en el mundo que puro de pensamiento sea, pero una cosa es pensar, y otra cosa es hacer.”
Pedro el mayor de edad de todos pregunto:
“que es el alma Maestro.”
Iesus le habló:
“tú eres el alma, ya que es tu esencia, es tu verdadero interior.”
Y Pedro agregó.
“y como salvar el alma de los avernos.”
Iesus continúo.
“solo con amor, entrega y arrepentimiento.”
Andrés levantó y dijo.
“es malo matar, así como engañar.”
Y Cristo dijo.
“matar es engañar a tu alma, y engañar es matar tu ser.”
“El que mata por mi Padre, solo debe de pensar que mi Padre no necesitaría de tu fuerza para matar, y el que engaña en su nombre, engañado vivirá su eternidad.”
“si matas por honor, dignidad, amor, entrega, y arrepentimiento brinda a mi Padre tu perdón.”
“y si engañas por lograr un bien o acercar la fe, es como si acercaras mi Padre al necesitado.”
Dichosos los que entiendan.
Después de esas preguntas, Maria la madre del Ángel Supremo, salió de aquel hogar lleno de amor, e invitó a todos a que dejaran de hablar y les dijo.
“filosofía de vida sin fin seria sin respuestas, así que alimenten su boca de igual forma que alimentan su alma.”
Y Cristo, sonriendo a su madre, levantó rápidamente y la abrazó, y comentó a todos.
“amigos, mi madre ha hablado y yo cumplo sus peticiones por muy simples que sean.”
“adelante, después seguiremos hablando de igual forma, pero ahora con el cuerpo satisfecho.”
Y así terminó la charla de enseñanza, y todos juntos entraron a aquella casa a compartir los alimentos juntos.Dichosos los que entiendan.