Esta historia nos remonta a principios del siglo pasado, es la historia de un hombre muy cruel, al cual no le importaba lastimar o pasar sobre las personas, ya fueran hombres o mujeres, por tal motivo su nombre era motivo de dar miedo, y el solo saber que ese hombre iba a pasar por algún pueblo y la pobre gente sabía que él iba a pasar cerca o dentro del, procuraban lo menos posible  salir, los padres escondían a sus hijas para que no las viera ese maldito, porque no se le podía llamar de otra manera, ya que sus andanzas y malas obras eran conocidas por todos, hasta por sus superiores, los cuales aprovechaban de esa fama de la cual dicho hombre tenía para poder ganar dichas plazas a las cuales ellos lo mandaban.

Este hombre nació en lugar cercano al estado de México, y es un lugar que según cuenta la gente ni los más malos asaltantes se arriesgaban a querer hacer cualquier fechoría, porque sabían que si el general sabía quien había osado robar en su pueblo, iba y acababa con todas las familias de dichos bandoleros, en fin, amigos, como les digo era un hombre muy malo.

Cuando llegaba algún lugar el cual se iba él a instalar para poder dirigir a sus tropas, era cuando el hombre no le importaba si alguna mujer era casada o no, él las  obligaba a estar con él y por tal razón dejó hijos regados por todos lados.

Un caso cruel que el hombre este hizo y que por tal razón fue odiado por pueblos al saber lo que había hecho fue el siguiente.

Este hombre sanguinario, en una de sus andanzas llego a un pueblito muy chiquito, según él a descansar, pero al pasar cerca de una choza donde vivía una humilde mujer con sus dos hijos, el hombre quedo prendido de la hermosa indita, madre de los niños, los cuales el mas grandecito de los dos al  ver que el sádico hombre golpeaba a su pobre madre para someterla a sus bajos instintos, el niño al tratar de defender a su madre, tomó la pistola del hombre y le disparó, pero para su mala fortuna del niño, tan solo lo hirió, pero fue tal su coraje del hombre al ver lo que el niño había tratado de hacer, llamó a uno de sus subalternos y le ordenó que matara al escuincle (niño) y que lo fuera esparciendo en pedazos sobre el camino en el cual él iba a pasar y que lo viera la gente y lo tomaran como escarmiento para el que tratara de hacer     lo mismo, eso lo iba diciendo a voz en cuello, diciendo que no le iba a importar fuera quien fuera, y así lo hicieron, fue un hecho espeluznante, ya que la pobre madre después de haber sido ultrajada vio morir a su pequeño en esa forma tan horrible. 

Con el paso del tiempo y haciendo fechorías casi toda su vida, llego el día que murió el sanguinario hombre, se le rindieron honores por haber sido muy valiente en el cumplimiento de su deber, pero lo que sucedió en su funeral fue algo que la gente no dejo de murmurar por mucho tiempo.

El caso fue que cuando quisieron enterrarlo, la tierra se puso dura, y por más que trataban de hacer el hoyo para meterlo, la tierra no lo permitía, ese día llovió y hasta en la tarde que la tierra se ablandó un poco fue como lograron cavar para poderlo meter, pero la sorpresa fue grande cuando ya dentro de la tumba, la tierra parecía temblar, pero más que eso la gente decía que no lo quería ahí y parecía que lo había vomitado ya que para asombro el ataúd, parecía que quería salir de la tumba, pero la gente que lo estaba enterrando le tuvieron que poner encima del ataúd, piedras muy pesadas para que pudiera quedarse dentro.

Con el paso de los días el gobierno trató de poner en su tumba un monumento en su nombre y volvió a suceder algo nunca visto, ya que no había ningún indicio de que fuera a llover, pero al poner ese monumento en su tumba, cayó un rayo partiéndolo por la mitad, eso fue algo que marcó aún más, que Dios como la tierra no lo querían y sobre todo que ese hombre tan malo no había sido perdonado, y así lo dejaron hasta la fecha.

Así que amigos lectores, creemos que lo que hacemos en vida está bien y no nos importa lo mal que nos hayamos portado en el mundo de los vivos, pero cuando nos llega el día de entregar cuentas a nuestro Padre, eh ahí que es cuando pagamos todo lo mal que hicimos.

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1 comentario en "EL HOMBRE QUE LA TIERRA NO QUERÍA"

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