Nos gusta ser escuchados, mas no escuchar, nos encanta que nos obedezcan a la primera voz, pero hacemos oídos sordos cuando la orden es para uno.

Creemos estar bien, y no nos fijamos que cometemos el error de soberbia y necedad hacia los demás.

Nos encanta que hagan lo que decimos, sin importar que se dañe a un tercero, pero mas gusto da, que adulen nuestro trabajo o nuestra persona, aunque uno rompa la creencia, ilusiones o esfuerzo de otros.

Por que soñar soñando con sutileza y falsa mentalidad, si uno mismo comete el error con ego de por medio.

Dichosos los que entiendan.

Algunos gozan recibiendo adulaciones de sus subalternos, aunque el error es de dos. Uno por querer trabajar y ser crecido ante sus subalternos, y otro por no aprender a querer su vida, pero sobre todo a decir y defender la palabra y lo que en realidad cree.

Aquel jefe de jornaleros que sin ser el dueño, abusa de los jornaleros y que aun peor engaña a su mujer e hijos con su labia de buen samaritano, vive engañado en su mundo de neblina, ya que el engaño que hace, será el que vivirá por siempre.

Tú que engañas a tu mujer, y que juegas con tus palabras o tu puesto de jornal, para conseguir otro cuerpo y satisfacer tus necesidades, preocupa de tus engaños, ya que tan solo estas forjando el destino de tu vida y de tu linaje, así como su nombre.

Tus engaños serán creídos un tiempo, pero recuerda que el tiempo corre cada segundo.

Dichosos los que entiendan.

Tú que engañas a tu hombre e hijos con tu elixir de sensualidad, y arrastras a los hombres a cumplir tus caprichos y fantasías, vivirás con belleza externa pero con soledad interna infinita.

Tus lagrimas serán el océano de tu mundo de lujuria y de engaño mental.

No temas a lo que tú has iniciado.

Dichosos los que entiendan.

Lucas habló:

“Señor, por que debo de temer a tu castigo.”

Iesus:

“a mi castigo no, si no al castigo que tú mismo has generado. Si vives sin remordimientos no debes temer de nada”

Lucas volvió a decir:

“pero tus castigos son crueles.”

Iesus le contestó:

“son iguales o menores del daño que cada uno causó.”

Dichosos los que entiendan.

Lucas:

“todo lo malo es pecado.”

Iesus le dijo:

“ninguna mano es igual.”

Lucas agregó:

“pero si peco por ayudar.”

Iesus le contestó:

Pecas solo para ti, ya que no es pecado ayudar.”

Lucas preguntó:

“debo vivir con miedo a pecar.”

Iesus sonriendo contestó:

“no, solo debes de vivir con miedo a tus mentiras.”

“cada quien es libre de errar y de reír, eso es tu albedrío, pero si sabes que tus mentiras dañarán, y aun así lo haces, entonces tú solo tú, lo sentirás con tu conciencia.”

Dichosos los que entiendan.

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