Escrito 8
¨ Disfruta las palabras de mi Padre, entendiéndola en tu vida. ¨
¨ El amor es como la fe, y no hay nada que no se pueda. ¨
La frase a Juan
En aquella famosa fiesta, en la ciudad de Caná, al calor de amor de los presente, tomando el buen vino, así como jugando con cada uno, Jesús vivía y disfrutaba de aquella fiesta como si fuera de Él mismo, María feliz contemplaba a Yeshua con sus amigos, y mas de una vez acercó a Jesús a decirle que no tomara tanto vino, a lo que Yeshua solo reía y daba un beso a su madre.
Yeshua, bailaba sin ritmo, pero con alegría contagiante, siempre con sus manos al aire.
Juan el menor acercó a Jesús y le dijo:
¨ Maestro, queremos hablar contigo. ¨
Yeshua dijo:
¨ Más que maestro soy tu hermano.¨
Jesús siguió bailando y disfrutando de la fiesta la cual invitado era.
Juan al ver la felicidad de Jesús solo rió y dio la vuelta.
Cansado Jesús de bailar, tomo asiento junto a su madre, y le dijo:
¨ Madre la más bella de todas, dale un buen tarro de vino a su hijo. ¨
María al oír y ver a Jesús le dijo:
¨ Jesús, estás muy feliz, creo que ya no debes tomar mas vino. ¨
Jesús sonriendo contestó:
¨ Que temes tú, madre, si conoces mis alegrías y mis tristezas, y esta fiesta es tan solo un gozo que estoy teniendo como hombre, así como alegría al presenciar la unión de dos seres que se aman. ¨
María levantó y se dirigió a buscar un tarro de vino.
Al regresar María le dijo a Jesús:
¨ Yeshua, no hay vino en los jarrones. ¨
¨ Ya no hay néctar para nadie. ¨
Jesús sonrió a su madre y dijo:
¨ ve y traime vino de los jarrones madre. ¨
María volvió a repetir:
¨ Yeshua entiende que están vacíos. ¨
¨ No hay vino para nadie. ¨
Jesús miró a su alrededor y vio tanta alegría y dijo:
¨ El vino no es problema y no detendrá tanta alegría. ¨
Juan que estaba cerca habló:
¨ Yeshua, vámonos, ya va a terminar el convite. ¨
Yeshua dijo:
¨ No Juan, ve con mi madre a llenar de agua los jarrones, y sirvan vino. ¨
María, Juan, Pedro, Andrés y Mateo fueron a llenar los jarrones de agua como Jesús había dicho y sorprendidos quedaron al ver que el agua en vino había convertido.
Juan el menor comenzó a gritar:
¨ Milagro, milagro, el agua se hizo vino. ¨
Todos los presentes sorprendidos quedaron con lo que había sucedido, los murmullos y la alegría sobre el vino no se hicieron esperar.
María llevo el vino a Yeshua y le dio un beso.
Yeshua le dijo a María:
¨ Gracias madre, gracias por ser tan bella. ¨
Al terminar de decir esto, Pedro gritó:
¨ Que hable Yeshua, que diga unas palabras. ¨
Jesús levantó y dijo:
¨ Hablaré corto pero extenso. ¨
Alzando su tarrón y dijo:
¨ Esto es tan solo una parte de mi regalo. ¨
¨ El vino es vino y el pan es pan. ¨
¨ Pero el amor con amor siempre será pagado. ¨
¨ No hay palabra de unión mayor y de valor infinito, mas que la de mi Padre. ¨
¨ Así es que disfruten, sus vidas disfruten su amor, disfruten el conocerse, así como el entenderse y sobre todo vivan la experiencia de amar y ser amados hasta el final. ¨
¨ Y así como hace uno momentos se acabó el vino, y de un momento a otro vino hubo, así es la vida, así que disfrútenla. ¨
Al terminar de hablar Yeshua pidió música, levantó su copa de vino, y siguió feliz y bailando.
Juan impresionado a un con lo sucedido y escuchando dijo a Jesús:
¨ Maestro como lo hiciste. ¨
Yeshua bailando aún sonriendo lo vio y le dijo:
¨ Disfruta las palabras de mi Padre, entendiéndola en tu vida. ¨
¨ El amor es como la fe, y no hay nada que no se pueda. ¨
Dichosos los que entiendan.
Y sí, esto es verdad, vimos disfrutar al Ángel Supremo como hombre, disfrutando una fiesta como cualquiera, pero sorprendiendo como ninguno ha hecho.
Feliz llegó y más feliz se fue a descansar después de aquella boda. Dichosos los que entiendan.