“NO HAY VERGÜENZA PARA UN HOMBRE QUE MUERE COMO HA VIVIDO”, ANDARÉ POR ESTOS LARES.
“No hay vergüenza para un hombre que muere como ha vivido” (El viejo y el Mar) Ernest Hemingway
Morir así, adherido a deseos y placeres de bellas damas.Caminar hacia las tinieblas en un viaje sin retorno, convencido ya de una muerte lenta y merecedora. Caminar al lado de lunas, de zafiros, de miles de luces para alumbrar los versos prometidos allanando nuestras vanidades, y entre ellas volver a servir en bandejas de fieltro, las aguas en escurridizas fugas para saciar nuestra sed. Ver a lo lejos aquellas figuras retoricas en la efervescencia de grandes idilios perturbadores; mísero orgullo de letras sin destino. Morir así, como he vivido, con el claroscuro sentido de la vanidad.Lleno de caricias derramándose de la cabeza a los pies en plena lujuria rítmica de sonidos acompasados con el chasquido de besos sin conocer su procedencia.Frases forzadas de galantería para continuar con mis deleites hasta llegar a la muerte de irremediable acoso nocturnal. Siento que mis colores se van desvaneciendo al contacto con las hierbas que cubrirán mi sepulcro. Y al final me veré postrado frente a ellas con mi flacidez y sin el acostumbrado brillo en la mirada, empuñando una pluma a media tinta con apenas lo necesario para escribir un epitafio; “Morir como he vivido, porque la muerte no satisface orgullos, ni debe causar vergüenza”
ANDARÉ POR ESTOS LARES
(La muerte antes que desdeñar tu existencia)
.-Alguien ha visto a una hermosa mujer pasar por aquí, es inconfundible, tiene una sonrisa que inquieta, una mirada que detiene el tiempo al verle, una voz que susurra y que al oído le trasmite dulces melodías, tiene las mejillas de acerina; piedra preciosa. Su paso es una atracción a la vista, es como si pretendiera en su prisa llegar tarde para ser admirada. Su movimiento es constante vaivén de derecha a izquierda como un badajo en plena ceremonia de eucaristía.
.-Alguien le ha visto… No, no me contesten, claro veo en sus ojos y expresiones una ausencia de admiración, un dejo de tristeza. Si la hubiesen visto, su presencia les alegraría el rostro.
Andaré por estos lares en su búsqueda, no detendré mi paso hasta su encuentro. Su huella es pedestal de placeres visuales. Su paso deja estelas de aromas florales. En el cansancio obtendré la recompensa.Andaré por estos lares atisbando mis sentidos para encontrarle. Porque a pesar de los murmullos, sé que existe. Que no ha sido un sueño el haber estado con ella. Que no alucino al recordarle. La muerte antes que desdeñar su existencia.