Cada momento es como una vida tanto para el que nace como para el que muere.

Todos piden una oportunidad la cual nos cambie en un giro de 180 grados a 360 grados nuestra cotidianidad.

Mas sin embargo uno mismo influye entre la decisión de no rendir y la de darse por vencido.

Jamás acabamos de entender que no todo es tan fácil, y sobre todo pensamos en luchar con fuerza hasta encontrar lo anhelado.

Cuando la oportunidad se presenta ante nosotros, nuestros deseos y ambiciones aprisionan el verdadero sentir de lucha y eso es lo que hace flaquear nuestra decisión.

Unos se aferran a la necedad de su sentir, perdiendo el camino hacia lo señalado, otros mas se aferran en el pensar si lo conseguirían, cegando la visión de su oportunidad, y otros desesperan tanto que niegan y sepultan la oportunidad, aunque ésta, esté en sus narices.

Poco observador de vida eres si aferras a lo increíble y lo irreal, mejor mira con tus ojos, oye con tus oídos y siente con tu corazón, hazlo como quieras, pero aprende a observar.

No esperes a que mi Padre te señale con un dedo o te diga a tu oído textual, donde está ese pequeño tesoro que cambiaría tu vida.

Gira a tu alrededor, mira y toca todo lo que este a tu alcance y sobre todo aprende a sentirte a ti mismo.

No desesperes ni caigas en pánico por que tu ignorancia y cejes de alma, no te permitan ver, mejor cobíjate con mi Padre, y pídele que te abrace con su luz para que alumbre tu mirar.

Cada cual comprende la palabra de diversas formas, pero si en realidad entendieras, verías que solo tiene el mismo significado, pero va dependiendo del momento en que se vive.

Dichosos los que entiendan.

Iesus en una rueda de preguntas, dijo a todos los que reunidos estaban escuchándolo con atención.

“si pudieran pedirle algo a mi Padre y ese algo se les otorgara, que pedirían?”

y uno de los que estaban presentes levantó y contestó:

“pediría denario maestro, lo pediría para poder vivir bien.”

Iesus con una sonrisa le dijo:

“vivir bien es tener denario?”

Y el hombre aquel le contestó:

“no, pero te da la calma.”

Y Yeshua comenzó a platicar.

“la calma la da mi Padre y la recibe y goza uno mismo.”

“si mi Padre te diera tu petición de que te serviría, ya que inútil y flojo de alma serías”

“Dios si no da, no te quita, y si tu pides algo y no hay donde estás, Él te pone en el lugar indicado para que tomes con tus manos lo que quieras, y así tu mismo, sacies tu necesidad, pero para poder tomar, primero debes de llegar a mi Padre y a ti mismo.”

“que mas calma que no estar preocupado, y que mejor vida, que la de agradar a mi Padre y Creador.”

Dichosos los que entiendan.

Otro más preguntó:

“Maestro, pero si uno trabaja o quiere algo, siempre se desespera y ya no se disfruta, y como que la esperanza se ve como una niebla, todo por la condición de vida de cada cual.”

Iesus con voz tajante dijo:

“la condición de vida uno mismo la forja, y la esperanza la debes de apoyar contigo mismo, para así no confundirte con tu misma niebla interna.”

“todos queremos todo tan rápido, que confundimos la ambición personal por lo terrenal, con la paciencia y ambición de fe y vida”

“que feliz y dichoso serías, si tu alegría y paciencia, la mezclaras con tu ambición de vida.”

“yo solo les diré a todos aquellos que sientan que nunca llegará lo anhelado, que con amor y esperanza, llegará a sus puertas lo deseado.”

“lo pedido llegará en el tiempo que tú quieras, es decir, tu fe y esperanza serán las que definan el tiempo en que te llegue.”

“cuando te oiga, atención será para ti, pero cuando mire hacia tu interior, y si tu fe es máxima, no dudaré en otorgarte.”Dichosos los que entiendan.

Autor

DÉJANOS TUS COMENTARIOS Y CRITICAS AQUÍ...