Es un organismo especializado de las Naciones Unidas que se ocupa de los asuntos relativos al trabajo y las relaciones laborales, en su formación es la única agencia ‘tripartita’ de la ONU, que reúne a gobiernos, empleadores y trabajadores, formada en 1919, en ese entonces, estaba compuesta por representantes de nueve países: Bélgica, Cuba, Checoslovaquia, Francia, Italia, Japón, Polonia, Reino Unido y Estados Unidos, es decir, antes de la creación de las propias Naciones Unidas, a través del tratado de Versalles, ahora integrada de 187 Estados miembros  a fin de establecer las normas del trabajo, formular políticas y elaborar programas promoviendo el trabajo decente de todos, mujeres y hombres.

La Constitución de la OIT, contenía ideas ya experimentadas en la Asociación Internacional para la Protección Internacional de los Trabajadores, fundada en Basilea en 1901. Las acciones en favor de una organización internacional que enfrentara temas laborales se iniciaron en el siglo XIX, y fueron lideradas por dos empresarios, Robert Owen (1771-1853) de Gales y Daniel Legrand (1783-1859) de Francia.

Actualmente la misión de la OIT está agrupada en torno a cuatro objetivos estratégicos, en base a los objetivos de la ONU para 2030:

Promover y cumplir las normas y los principios y derechos fundamentales en el trabajo

Las normas internacionales del trabajo se refieren ante todo al desarrollo de las personas como seres humanos, el desarrollo económico debe incluir la creación de puestos de trabajo y condiciones de trabajo en las que los trabajadores puedan trabajar con total libertad, seguridad y dignidad. En síntesis, el desarrollo económico no es un fin en sí mismo, sino que sirve para mejorar la vida del ser humano. Las normas internacionales del trabajo garantizan que el desarrollo económico siga centrándose en mejorar la vida de hombres y mujeres y en preservar su dignidad.

Crear mayores oportunidades para que mujeres y hombres puedan tener empleos e ingresos dignos

Sin empleo productivo será imposible lograr el objetivo de alcanzar niveles de vida dignos, integración social y económica, y desarrollo personal y social. La promoción de la empresa y el desarrollo de recursos humanos son clave para lograr estos objetivos. La OIT realiza análisis e investigación sobre el empleo, promueve inversiones generadoras de empleo, y apoya la formulación de políticas. También respalda el desarrollo de calificaciones profesionales, la generación de puestos de trabajo, el desarrollo empresarial y las cooperativas.

Mejorar la cobertura y la eficacia de una seguridad social para todos

Se prevé que el número de personas mayores de 70 años aumente hasta el 10% de la población mundial en 2050. La protección social es fundamental para garantizar el bienestar, la dignidad y los derechos de las personas mayores, así como para apoyar a sus familias. Además de las pensiones, es esencial mejorar el acceso a unos cuidados de larga duración adecuados para satisfacer las necesidades de las personas mayores.

Fortalecer el tripartismo y el diálogo social

En todas las actividades de la OIT es importante la cooperación entre gobiernos y organizaciones de empleadores y trabajadores para fomentar el progreso social y económico. El diálogo entre el Gobierno y los dos “interlocutores sociales” promueve los consensos y la participación democrática de los actores clave del mundo del trabajo. Al congregar a representantes de gobiernos, empleadores y trabajadores para que diseñen conjuntamente normas de trabajo, políticas y programas, el diálogo social puede significar negociación, consulta o simplemente un intercambio de información y opiniones entre representantes de gobiernos, empleadores y trabajadores. Con información tomada de su página oficial en https://www.ilo.org/global/lang–es/index.htm

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