EL ABUSO SEXUAL ANIMAL

Una perversión que es cada vez más frecuente, lamentablemente es la relación sexual con animales, en esta caso cuando hay un consentimiento por parte del humano y supuestamente se “cuida” del animal, se podría decir que se trata de la zoofilia, pero cuando hay abuso sexual de por medio se le conoce como bestialidad, en este sentido se dice que es el abuso sexual de un animal por un humano.

Pero hay circunstancias en las que una persona también pudo ser abusada sexualmente por un animal, pero en este caso por lo regular hay otro ser humano que obliga bajo ciertas circunstancias a ese abuso.

El tipo de maltrato animal incluye todas las formas de comportamientos como la penetración anal, vaginal, oral, contacto oral-genital, la penetración por medio de un objeto y/o matar o herir a un animal para la gratificación sexual.

El abuso sexual puede o no incluir la violencia física aunque no sea la violación sexual, y pueden o no resultar en daño físico a los animales. El abuso sexual de los animales, como la violación, es la erotización de la violencia, el control, y la explotación.

Es un problema muy frecuente en la actualidad aunque se trate de ocultar o se piense que es demasiado fuerte, y es precisamente por esa razón que muchos de estos abusos permanecen ocultos por que muchos de ellos son en la intimidad de la casa, con tu mascota, lo cual para nadie despertaría sospechas y si las hay no hay demasiada regulaciones al respecto y es mas probable que te acusen a ti por difamación a que se proceda contra un abusador sexual de su mascota.

Los estudios de la tasa de intentos de un humano a tener relaciones sexuales forzadas con animales de diversas especies estima que el porcentaje de hombres que abusan sexualmente de los animales es de entre 1 y 65% ​​(Adams, 1995). Kinsey y Pomeroy

En 1948 estudio del comportamiento sexual masculino en los Estados Unidos encontró que un 8% de la población masculina total de EE.UU. admitió haber tenido contacto sexual con animales, y desde entonces a la fecha las cosas se han “liberado” aún más.

La evidencia de que el abuso sexual de los animales todavía es fácilmente disponible. Casi cualquier motor de búsqueda en Internet te puede conducir a un material muy gráfico y perturbador describir y promover el abuso sexual de los animales.

Las fotografías de este abuso son de fácil acceso para cualquier usuario de Internet, incluso los niños. Y por cada fotografía que aparece en el Internet, un verdadero animal fue víctima de abuso.

Incluso puedes encontrar detalladas guías de procedimientos para el abuso sexual de y con animales en las que una variedad de especies se pueden encontrar en Internet, junto con información sobre las leyes, las enfermedades transmitidas por el animal, anuncios personales, “pro-zoofilia” los recursos, e incluso cartas modelo para abusadores de animales que pueden  utilizar, y múltiples sitios pornográficos que incluyen el abuso sexual de los animales.

El abuso sexual de los animales por los seres humanos físicamente puede herir o matar a la víctima animal. Hay muchos casos de perros con desgarro rectal graves por contacto sexual anal, gatos muertos por la penetración de un varón humano; pollos decapitados al aumentar el placer sexual del abusador, los animales son golpeados,  apuñalados o mutilados durante o después del contacto sexual, animales aplastados por el placer sexual, de todo ello se han reportado.

Muchos animales son físicamente amarrados durante el abuso. No todos los casos de abuso sexual de los animales se implican daño físico a los animales, pero todos los abusos sexuales de un animal por un ser humano son considerados abusos, principalmente porque la vìctima no puede decir si o no de la misma manera que se considera abuso sexual sobre un niño, con todo lo que implica.

Recientes estudios han demostrado que muchos de los abusadores sexuales de animales tienen, han tenido o están relacionados con abusos sexuales de o con humanos, esto es que la perversión se da anterior al hecho de realizar actos sexuales con animales.

Aunque ha habido pocas investigaciones hasta la fecha sobre el abuso sexual de los animales y de sus autores, los informes de casos y relatos anecdóticos indican que los hombres lo son desde la primaria, aunque las mujeres y los niños pueden ser obligados a realizar actos sexuales con animales o pueden ser abusadores. Los informes indican un amplio rango de edad de los abusadores.

Los abusadores pueden sentirse aislados, inseguros e impotentes. Ellos pueden tener dificultad en la formación sanas relaciones interpersonales con los seres humanos adultos y otros pueden haber experimentado el abandono, abuso físico o abuso sexual cuando eran niños.

Algunos pueden sufrir de una enfermedad mental. En un estudio publicado en la Revista Internacional de Psicosomática (Alvarez & Freinhar, 1991), los pacientes psiquiátricos mostraron una prevalencia significativamente mayor (55%), de la bestialidad que los grupos de control de los pacientes médicos (10%) y los miembros del personal psiquiátrico (15%).

Las personas que abusan sexualmente de los animales tienen una variedad de razones, y algunos hasta múltiples razones: pueden ser oportunistas y/o experimentales en donde el abuso es frecuentemente visto como el acto de un joven curioso o un hombre solitario, por lo que buscan a los animales para el placer sexual, porque los animales son accesibles y vulnerables, y no amenazantes.

Se puede abusar de un animal por puro aburrimiento, por inseguridad, por curiosidad o como un sustituto de un compañero humano. Este tipo de abusador se acostumbra a la idea de que es aceptable explotar y controlar a otros para su propia gratificación sexual.

También se encuentran los obsesionados: en esta categoría de abuso sexual de los animales, los animales son el foco principal o exclusivo de un deseo sexual humano. Estos abusadores con frecuencia se refieren a sí mismos como “zoophilos.” Algunas personas pueden tener especies o preferencias de género y el uso de la pornografía con animales. La defensa de sus abusos sexuales de los animales es que lo llaman “consensual”, afirmando que beneficia a sus “socios”, y caracterizan su comportamiento como “amor”. Las racionalizaciones para justificar sus acciones son los mismos que los utilizados por los pederastas, y, como en el caso de las víctimas de los pedófilos, afirmaron las motivaciones no son importantes para las víctimas. Al igual que los pedófilos pueden buscar empleo en los campos relacionados con los niños, este tipo de abusador sexual de los animales puede buscar empleo en los campos relacionados con animales con el fin de tener acceso a numerosas víctimas potenciales.

Están los dominantes y/o sádicos: Los abusadores, violadores y pornógrafos puede obligar a las mujeres, los niños, y otras personas vulnerables a tener sexo con animales con el fin de humillar, dominar, controlar y explotar los recursos humanos y las víctimas de los animales. Los niños que han sido abusados ​​sexualmente pueden actuar fuera, con el abuso de los animales en un intento de obtener una sensación de control. Algunas personas pueden obtener gratificación sexual por el dolor y el sufrimiento mientras que abusan sexualmente de los animales. Este tipo de abusador sexual sádico probablemente hiere o mata a los animales.

Aquí es de llamar la atención que las personas obligadas a tener relaciones con animales con mucha frecuencia no son capaces de sobrellevar la carga pues se sienten sucias, frustradas, con sentimientos de culpa por abusar o sufrir el abuso de los animales, de lo cual solo es de recordarles que en ese aspecto son víctimas al igual que los animales y lo mejor es acercarse con un profesional o comenzar a contarlo con alguien de confianza, que obviamente no sea el abusador, para buscar ayuda lo antes posible.

Cualquier animal puede ser víctima de los abusos sexuales pero con mayor frecuencia son los caballos y los perros los que sufren del abuso por su “compañerismo” con el ser humano, además que los perros pueden ser adquiridos en tiendas de mascotas o refugios.

Caballos, vacas, ovejas, gallinas  también pueden ser atacados por oportunistas que saltan las cercas para lograr sus objetivos.

No existe una legislación apropiada para regular este abuso a menos que lleve involucrado a otras personas, por lo que las víctimas primarias, los animales, no tienen una defensa, además de que si no son delatados por  otra persona, simplemente se queda en la intimidad del abusador.Sólo en legislaciones locales de diversas partes del mundo se considera como delito la práctica de estos abusos, y en otros sólo queda como una falta administrativa, por eso los defensores de los animales siguen solicitando la aplicación de sanciones a estas conductas, pero aún queda mucho por hacer y una de ellas es la difusión que se haga de lo que sucede, para que todos estemos informados de un tema que se prefiere quedar callado.

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