LAS POQUIANCHIS

Hoy quiero recordar a estas asesinas llamadas “Las Poquianchis”, mujeres que conmocionaron al México de los años sesentas y no lo hago por morbo, solo para ver que siempre ha estado la delincuencia con nuestras Autoridades.

Pero veamos quienes fueron  “las poquianchis” Hermanas Diabólicas, Delfina María de Jesús, Carmen y Eva Valenzuela, nacieron en San Francisco del Rincón, Guanajuato, y en el Salto Jalisco (México) fueron hijas de Isidro Torres y Bernardina Valenzuela, su padre fue parte  del cuerpo de rurales, grupo policiaco utilizado por Porfirio Díaz, para atrapar a los asaltantes de caminos, y era común que ejercitara a los delincuentes que apresaba, tal y como marcaba de las reglas de la organización, sin embargo abuso del rango y mato a hombre inocente con el que tenía problemas, Isidro torres y su familia tuvieron que huir y comenzar de nuevo sus vidas, en el pueblo de “El Salto”, en el estado de Jalisco, Torres se convirtió en arriero, sus hijas prescindieron del apellido paterno, por temor a represalias de los enemigos de su progenitor.

Cuando sus padres murieron le dejaron una pequeña herencia, Delfina Valenzuela decidió poner un negocio seguro, ya que le tenía horror a la pobreza, así que instalo una cantina en su pueblo natal, junto a los tangos, vendía los servicios de jóvenes prostitutas y el lugar tuvo mucho éxito.

Asi que Delfina abrió una sucursal en lagos de Mono, Jalisco era una especie de Hotel, donde rentaba cuartos para las parejas que lo requieran para tener furtivas encuentros sexuales.

Es necesario indicar que Delfina siempre estuvo acompañada de su hermana María de Jesús, en todo lo que inicio y de común acuerdo, le solicitaron ayuda a su hermana Carmen, quien tenía algunos estudios de contabilidad, y fue ella quien convenció a Delfina de abandonar la clandestinidad y convertir aquel lugar en un sitio legalmente establecido, Carmen tramito los permisos necesarios y comenzó a pagar impuestos.

Y un buen dia pudieron abrir al público el burdel más famoso de la zona , llamado “El Guadalajara de Noche”.

Delfina tenía un hijo, Ramón Torres González, alias “El Tepo” y le pidió que fuera auxiliarla con el negocio y su hijo acepto, y así comenzó a encargarse a supervisar a las jóvenes prostitutas que llegaban a prestar sus servicios en aquel lugar, y de controlar que los clientes del burdel no armaran pleitos, y de pagar algunos sobornos a las autoridades., con el dinero que comenzó a ganar “El Tepo” empezó su propio negocio contrabandeando con automóviles ( Chocolates o Gringos ) y le iba muy bien.

Pero había un problema bastante grande y que era que algunos vecinos se oponían a que siguiera abierto ese burdel, y así un día la policía se presentó a clausurar este lugar, “El Tepo” se engallo, y con su fusil en mano salió a enfrentar a los agentes, estos sin dudarlo lo acribillaron, y así el “El Tepo” murió, ante la mirada de sus madre, quienes lo vieron dicen, que Delfina no derrama ni una lagrima; ella después contrato a varios militares, quienes buscaron casa por casa a los agentes que habían matado a su hijo después de lo localizarlo fueron asesinados, esa era la venganza del Delfina Valenzuela.

A raíz de estos acontecimientos, Delfina y Carmen se fueron de aquel lugar, regresando al Estado de Guanajuato y con el dinero que habían ahorrado se reunieron con su hermana, María de Jesús que también se dedicaba al lenocinio en ese lugar, pero lo desarrollaba de otra manera, María de Jesús utilizaba camiones de redillas para subir a varias prostitutas y las enviaba a los pueblos cercanos, era una especie de caravana sexual, daban servicios a los clientes en cuartuchos, en el campo o en cualquier lugar que se pudieran utilizar para su negocio. luego se marchaba a otro sitio, de esa forma evitaban problemas con las autoridades municipales, cuando sus hermanas llegaron, decidieron unir sus capitales para levantar un negocio nuevo, que eclipsaría a todos los anteriores.

La Ley no castigaba la prostitución en Guanajuato, contando con estas facilidades, las hermanas Valenzuela tuvieron carta blanca, y así María de Jesús busco un local y hallo uno en León,  lo tomo de inmediato, y asi abrieron su primer burdel “La Barca De Oro”, luego abrieron otro en “San Francisco Del Rincón”, el cual se llamó “Guadalajara de Noche” ; el primer lugar que consiguió María de Jesús, había sido antes una cantina propiedad de un homosexual al que apodaban “El Poquianchis”, y así el sobrenombre paso directamente a ellas, y después a sus hermanas, “La Barca De Oro”, fue muy conocida como el burdel de “Las Poquianchis”, un apodo que siempre detestaban pero que nunca pudieron quitarse.

Delfina desarrollo un método de reclutamiento que dejaba mayores ganancias, acudía a ranchería o pueblos cercanos, donde buscaban a las niñas mas bonitas, no importándole si tenían, doce, trece, catorce años de edad, además siempre llevaba cómplices masculinos, por si las encontraban solas simplemente se las robaban.

Apenas llegaban al burdel “Las Poquianchis” procedían a las niñas reclutadas a desnudarlas por completo y examinarlas, si las encontraban con suficiente  carne, los ayudantes que trabajaban para las poquianchis se encargaban de violarlas, uno tras otro unos vaginalmente y analmente, también las obligaban a practicarles sexo oral y si se resistían  o lloraban, las golpeaban brutalmente hasta que obedecían, después las bañaban a cubetazos de agua fría y les daban ropa o vestidos, y las sacaban por la noche a trabajara atendiendo a la clientela del bar, bajo amenaza de muerte.

Los clientes se mostraban siempre encantado de que les proporcionaran niñas de tan corta edad para que las atendiera, así el negocio iba prosperando, y las hermanas Valenzuela seguían enriqueciéndose cada dia mas, sin embargo no alimentaban bien a sus esclavas ya que solo les daban 5 tortillas diarias y un plato de frijoles al día ,otra causa de horror, es que cuando alguna de sus prostitutas llegaban a cumplir 25 años “Las Poquianchis” ya las consideraban viejas y entonces procedían a entregarla a Salvador Estrada Bocanegra alias “El Verdugo” y este las encerraba en un cuarto del Rancho y las mantenía sin comer y beber agua por varios días y durante este encierro “El Verdugo” las pateaba y golpeaba hasta con una tabla con un clavo en el extremo, cuando ya estaba demasiado debil, “El Verdugo” en la parte de afuera del Rancho, tras cavar una fosa profunda, la enterraba viva, otras las mato  con planchas calientes sobre la piel, otras las arrojaba sobre la azotea, para que murieran al caer, o les destrozaba la cabeza a golpes como podemos ver este asesino que hacia todo lo que se le ordenaba fueron el brazo ejecutor porque “las Poquianchis”  siempre alegaron que nunca mataron a nadie, Otro dato horrendo, es lo que cuenta las mismas prostituta rescatadas, que cuando alguna resultaba embarazada o padecía anemia y estaban demasiado débiles para atender y sonreír a sus clientes, eran asesinadas y los bebes que llegaron a nacer fueron muertos y enterrados en el mismo rancho, también practicaban abortos clandestinos.

En 1963,” Las poquianchis” incursionaron en el Satanismo, alguien les dijo que se ofrecían sacrificios al diablo. Ganarían mucho dinero y tendrían mucha protección y nadie les haría nada, a partir de la llegada de nuevas niñas reclutadas, eran iniciadas en rituales, donde se encendían velas y veladoras formando una estrella de cinco puntas, y luego sacrificaban un gallo y la sangre del animal se lo untaban en el cuerpo, “Las Poquianchis” y las nuevas reclutadas, los hombres participaban en las orgias en las que también entraban “Las Poquianchis”, ya que ellas ordenaban todo esto a sus ayudantes.

En 1964, Catalina Ortega una de las nuevas muchachas, consiguió escaparse, aunque los ayudantes de “Las Poquianchis” la buscaron, no lograron encontrarla, ella se escondió en el campo y después logro llegar a la Ciudad, ahí fue a la policía y denuncio los hechos, tuvo suerte los agentes con los que hablo no formaban parte de la nómina de “Las Poquianchis”.; inmediatamente se ordenó que docenas de policías acudieran al burdel y al rancho, cuando llegaron arrestaron a todos y encontraron un cuadro lleno de horror; las mujeres estaban desnudas, llenas de golpes, violadas, quemadas, aparte encontraron los cuartos de castigo, los cadáveres enterrados, los trozos de carne lista para ser vendida las hermanas Valenzuela fueron arrestadas, y posteriormente sus cómplices o empleados de ella, Salvador Estrada Bocanegra alias “El Verdugo”, Francisco Camarena García “El Chofer”, Enrique Rodríguez Ramírez, Hermenegildo Zúñiga, ex capitán del ejército, conocido como “El Águila Negra”, quien cuidaba el burdel y era guardaespaldas de las asesinas, José Falio Santos, velador y cuidador del rancho, María Auxiliadora Gómez, Lucila Martínez del Campo, Guadalupe Moreno Quiroz, Ramona Gutiérrez Torres, Adela Mancilla Alcalá, Esther Muñoz “La Pica Chulo” persona que las mataba a palos hasta destrozar los cráneos, y como Guadalupe Moreno Quiroz, Lucila Martínez del Campo, Ramona Gutiérrez Torres, asesinas de niñas, la gente del lugar al saber lo ocurrido, se ubicaron en torno a la cárcel, para tratar de sacarlos y lincharlos, docenas de padres que nunca supieron el destino de sus hijas, y que se dieron cuenta que habían muerto cruelmente, mas de 2000 personas formaron un tumulto que exigía que las asesinas les fueran entregadas para matarlas en la calle, ante esta situación la  policía tuvo que trasladarlas a la ciudad de Irapuato para asegurarse de que siguieran vivas, ya que estaban acusadas de más de un centenar de asesinatos, tras ser juzgados las hermanas González Valenzuela fueron sentenciadas a 40 años de prisión.; Delfina siempre sostuvo que era inocente, pero los múltiples testimonios en su contra , motivo por el cual por supuesto nadie le creyó, ella murió a causa de una lata de treinta kilos de cemento que le cayo en la cabeza accidentalmente, murió llorando tras terribles dolores y quince días de agonía en el penal de Irapuato, y así termino   la vida de “La Poquianchis” mayor, Carmen murió de cáncer en la prisión, Eva fue arrestada en Matamoros, y termino sus días recluida en un manicomio, ante el terror de ser linchada, María de Jesús salió de la cárcel, se retiró de la vida pública y después desapareció sin dejar rastro de ella.

Los expedientes de las celebres hermanas criminales se encuentran en el archivo histórico municipal “Vicente González del Castillo” del poblado del San Francisco del Rincón, Guanajuato, como es de imaginarse los periódicos de la época, abordaron toda la historia, con todos los hechos con lujo de detalle y editaron varios numero especiales sobre este caso tan sonado a nivel nacional e internacional.

Reflexión:

  1. No olvidemos que durante más de 20 años las hermanas González Valenzuela sostuvieron una profesión de tratantes de blancas
  2. En la “Barca de Oro” cantina propiedad de “Las Poquianchis” fueron encontrados los restos de 80 mujeres, 11 hombres y varias fotos.
  3. Se les acusó de practicar el satanismo y vender carne humana y de tener rituales satánicos.

Como ven en todos los tiempos a existido perversos seres humanos, como ahora, en nuestra actualidad, los narcos asesinos que siguen asolando a la humanidad, con sus crueldades y nuestras autoridades?? Bien gracias contestando con estadísticas y discursos…Bravo¡, ….sin comentarios…….


El Bardo

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