BONDAGE
Las prácticas y gustos sexuales, van en aumento y siguen siendo consideradas tabú, por gran parte de la sociedad.
Una de las prácticas sexuales más común, es el BONDAGE, el cual consiste en llevar un juego de sumisión de la pareja previo al coito.
Sin embargo, en dicha práctica, hay varias vertientes:
BONDAGE LIGHT. – Este tipo de práctica del bondage es el más común y frecuente, y aunque se rechaza su práctica, más del 70% de las parejas lo han practicado.
Esta práctica por lo regular es llevada a cabo por una pareja, en la cual uno lleva la batuta de la relación y busca en pleno coito inmovilizar a su pareja con amarres de todo tipo, sabanas, ropa interios, ropa, cuerdas, cinta.
BONDAGE EXTREMO. – En esta práctica de Bondage, el sometimiento de uno de los intervinientes es extremo, ya que, en muchos casos se busca simular sometimiento y violación, existen amarres, vendas, tapa bocas, y demasiados juegos sexuales.
BONDAGE SIN SEXO. -Esta práctica de bondage, se ha convertido en un tipo de fetiche, ya que los intervinientes, solo practican el sometimiento, amarres, masturbación y nada más, ya que, aunque no hay penetración, en un 50% existe sexo oral, aunque el juego real, es la fantasía de someter y ser sometido por X tiempo.
BONDAGE GRUPAL. – Esta práctica por lo regular es muy cerrada, y en ella siempre hay más de 3 intervinientes, donde siempre 1 o 2 personas son las sometidas y se convierten en el objeto sexual total de quienes estén presentes.
En el bondage extremo grupal, por lo regular siempre hay uno o dos personas sometidas, y más de 5 o 10 personas son los que se encargan de someter y saciar sus fantasías sexuales con ellas.
LIMITES DEL BONDAGE
A diferencia de lo que se piensa, para poder llevar a cabo una práctica placentera del BONDAGE, deben de existir límites y reglas, y aunque parezca irónico, los limites y las reglas, las pone la persona sometida, ya que será ella quien será la víctima y sufrirá los amarres.
Por lo regular en el Bondage, se evita el estrangulamiento y amarres en el cuello, toda vez que el éxtasis puede provocar una tragedia, convirtiendo las reglas y limites en el punto clave de este tabú, para que pueda ser practicado sin ningún riego.