AYER ERAMOS IGUALES
Éramos como dos gotas de vino tinto seducidas por un espeso vaivén meloso.Como la sangre que emana pasión, pasión de crueles y sacrificados minutos oscuros en la vida de dos amantes; masoquismo puro. Amantes siempre al acecho de las horas disponibles para saciar nuestras bajezas; animales ávidos de satisfacción a nuestro apetito sexual, benévolos en el acto, con tanta concordancia en el lenguaje amatorio.
Eramos seres adentrados en unos enjambres sin respiración. Nos dejabamos ser tal cual, uno para el otro en la servidumbre mundana, una relajación del ejercicio corporal y mental. Nos fuimos acostumbrando al ritmo insaciable y quejumbrosa manera de amar.Tú con la esquizofrenia para amar y yo con mi pervertido y desaforado ímpetu para la complacencia en la relación. Mi cuerpo llegó a la adicción por el sexo. Cuando nuestras citas… sudabamos sangre, siempre con el néctar de frutas en nuestro paladar, mezcolanza de diversos sabores confundiendo el de nuestra piel envuelta en cáscaras lujuriosas….. pero
HOY SOMOS TAN DIFERENTES
Nuestros caminos encontraron en la bifurcación relativa, una respuesta a nuestro futuro. Has cambiado mi sino. Ahora ya no puedo estar en paz, mi lujuria empieza a buscar, como una jauría en plena selva, varias selvas olorosas para saciar mi hambre de amar.Y tú, tú ya estás lejos revolcandote en el arrepentimiento y la negación a lo hecho, con golpes de pecho reniegas tus travesías, sin embargo me arrastraste a los límites pecaminosos carnales.Ya no somos iguales. Por ti soy como soy.Te comprendo, aunque ahora pido perdón por tus pecados al pie del altar y al mismo pie del altar te deseo.Antes éramos iguales. Hoy somos diferentes.
Cva.
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