LA ESPELUZNANTE SUPERSTICIÓN DEL IMPERIO MONGOL

El Imperio Mongol, famoso por su vasta extensión y poder, también era conocido por sus supersticiones extremas. Una de las más curiosas y a la vez inquietantes era la creencia de no derramar sangre en el suelo. Para los mongoles, esto representaba una práctica inaceptable, ya que valoraban la limpieza incluso en las circunstancias más sombrías.
La imaginación de los mongoles era asombrosamente cruel cuando se trataba de castigar a sus adversarios. Entre sus métodos preferidos, se destacaba el enrollar a los prisioneros. Esta técnica no solo cumplía con su deseo de evitar el derramamiento de sangre, sino que también les permitía llevar a cabo ejecuciones de manera “limpia”. Para ellos, era una forma de mantener un estándar elevado en lo que consideraban un castigo justificado.
La creencia de que estos métodos de castigo eran normales en su cultura refleja cómo los mongoles veían su lugar en el mundo. La ‘muerte limpia’ era solo una extensión de sus supersticiones y prácticas culturales, donde la estética de la ejecución importaba casi tanto como el castigo en sí. Así, los mongoles no solo infundían miedo, sino que también dejaban claro que su sentido del orden y la limpieza era absoluto, incluso en momentos de violencia.