SIGUE EN AUMENTO LAS VIOLACIONES DE DERECHOS HUMANOS Y LA CNDH CALLADA
Hoy hace 9 años hubo una reforma sustancial con respecto a los derechos humanos en nuestra constitución, sin embargo, en pleno año 2020, en México los Derechos Humanos se están convirtiendo simplemente en una teoría, donde no se aplican, donde no se ven, donde ni siquiera se escuchan los gritos y reclamos de la sociedad.
En México, en el año 2020, contamos con una Comisión Nacional de Derechos Humanos realmente omisa, dónde María del Rosario Piedra Ibarra, Presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, en su corto tiempo a cargo de dicha comisión, ha logrado convertirla solo un ente de “puro nombre”, casi invisible.
Mientras en nuestro país suceden hechos realmente preocupantes en cuestión y en materia de Derechos Humanos, María del Rosario Piedra Ibarra, Presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, piensa en cambiarle el nombre a procuraduría de los pobres, es más importante que cumplir con sus obligaciones, tan es así, que el logotipo de la CNDH ya ha cambiado y ya hasta propuso el cambio de denominación.
Ojo, desaparecer la CNDH como lo propone su titular, no solo demuestra que es una persona no competente para dirigir la CNDH, sino que propone de una forma indirecta, la desaparición real de una comisión encargada exclusivamente de los derechos humanos, y eso, es preocupante y alarmante en estos tiempos.
Realmente no existe lógica alguna que permita justificar la imposición de la actual titular de la comisión de Derechos Humanos como sucedió, ya que, aunque todo mundo sabe que fue impuesta por Andrés Manuel López Obrador, su trabajo difiere mucho de lo que debe de hacer una verdadera comisionada de los derechos humanos, pero, sobre todo, no existe lógica que justifique, que hoy contamos con una CNDH, que labora o se pronuncia con línea, o en contra de quienes critiquen al actual gobierno.
En un año ocho meses, en nuestro país, ha incrementado la discriminación, la Violencia hacia las mujeres, violencia de género, trata de personas, abusos laborales, violaciones de Derechos Humanos en cuestiones de salud evidentes y obvias tanto para las personas como para el personal de las instituciones de salud, violaciones de Derechos Humanos a ciudadanos cometidos por la guardia nacional, violaciones cometidas por las instituciones policiacas, violaciones de Derechos Humanos a policías a manos de personas o supuestos manifestantes que se han convertido en virus dañinos de la sociedad, manifestaciones verbales que incitan al odio, manifestaciones verbales misóginas y peyorativas por parte del presidente, gobernadores, diputados, senadores y varios funcionarios, ataques a la prensa, y mientras todo esto sucede, la titular de la comisión de los Derechos Humanos está más preocupada por brindar la atención a las necesidades que grité su gobierno que la impuso, que alzar la voz realmente por las violaciones obvias y evidentes que están existiendo en nuestro país y que siguen a la alza.
¿Donde está la Comisión Nacional de Derechos Humanos en estos momentos que todo México necesita se empiece a pronunciar y a investigar los casos obvios?
El problema, no es que María del Rosario Piedra Ibarra haya sido impuesta, el problema de la titular es su desconocimiento e incompetencia en el tema de DERECHOS HUMANOS, pero sobre todo, en las formas y en los protocolos de actuar de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos en relación a los tratados internacionales de los cuales nuestro país es parte.
Ojalá Derechos Humanos a nivel internacional empieza a tomar cartas en el asunto de lo que realmente sucede en México, porque hasta el día de hoy, los únicos que han salido a dar la cara por los Derechos Humanos en todo el país, son y han sido, las organizaciones civiles no gubernamentales y activistas en pro de los Derechos Humanos, mientras la Comisión Nacional de Derechos Humanos se ha convertido en un ente político observador, a la espera de la instrucción presidencial, para ver a quien señala.
Realmente preocupante, pero sobre todo triste ver como una Comisión Nacional de Derechos Humanos por la cual se luchó y donde hace 9 años se le facultó de una forma extraordinaria constitucionalmente hablando, está perdida, NO TIENE RUMBO, y, sobre todo, No tiene madre con respecto a lo que sucede en nuestro país.