PROFECIA DE LA TRIBU HOPI
La tribu Hopi actualmente se encuentra ubicada en una zona de los Estados unidos conocida como las cuatro esquinas pues ahí se unen cuatro estados de la Unión Americana, conocida ya por las leyendas o historias que cuenta este pueblo de sus orígenes los cuales incluso manifiestan fueron ayudados por seres de una raza que provenía de una zona que ya desapareció en el Océano Pacífico y que conoce como construir bajo la tierra y que según ellos habita dentro del Monte Shasta, el cual hasta el momento sigue presentando formaciones extrañas de nubes y apariciones de luces, y según testigos de personas que aparecen y desaparecen envueltas en una luz de color verde muy cerca de la montaña.
Parte de la mentalidad Hopi se ve claramente reflejada en el contexto de las palabras que mencionan como filosofía de vida “sólo los hopis y su tierra natal se conservan como un oasis para los refugiados que huyen, los abrigos contra las bombas son mentiras, es solo gente materialista que busca lugares para hacer refugios, los que están en paz en sus corazones ya están en el refugio de vida excelente, no hay refugio para el mal, los que no participan en la división del mundo por la ideología, están listos para reanudar la vida en otro mundo, ya sea negro, blanco, rojo, amarillo o cualquier raza, todos ellos son uno, hermanos.”
Con ese preámbulo vemos la perspectiva de la tribu Hopi que además la interpretan de un petroglifo en una roca a la que llaman la roca de la profecía y que se conoce desde 1920:
El Gran Abuelo habla como portavoz del Gran Espíritu Guerrero, de las Visiones que recibió a la entrada de la Gran Caverna Eterna:
No basta con que el hombre sea feliz en su carne, sino que debe ser feliz en su espíritu. Porque sin felicidad y fuerza espiritual la vida es engañosa. Sin buscar las cosas del espíritu, la vida se vive a medias y está vacía. Por vida espiritual no quiero decir el apartarse una hora de un día para estar en adoración, sino buscar las cosas del espíritu cada hora de cada día. Les pregunto: ¿Qué hizo esta gente para encontrar iluminación y fuerza espiritual? ¿Sólo se dedicaron a una vida que tenía poco más que trabajar? Se les dio la oportunidad cada día de sus vidas – tal como a ustedes les será dada la elección de buscar la fuerza del espíritu o resignarse a una vida de trabajo sin significado. El resultado es siempre el mismo: sepulcros olvidados y sueños olvidados, de olvidadas gentes. No es importante lo que alguien recuerde, sino alcanzar a Dios y sostener una posición positiva del Espíritu Que Mueve Todas Las Cosas, trayendo la conciencia del hombre más cerca del Creador
No basta con buscar las cosas del espíritu a un nivel personal. Es egoísta hacerlo así, y quienes buscan lo espiritual sólo para si mismos no están buscando cambiar al espíritu que se mueve a través de los corazones de los hombres. Ellos están escapando, eludiendo su responsabilidad, y usando su conocimiento para su propia glorificación. Un hombre espiritual debe trabajar por un principio, por una causa, por una búsqueda mucho mayor que la glorificación de si mismo, para cambiar el espíritu que dirige a los hombres hacia su destrucción.
Intentar vivir una vida espiritual en la sociedad moderna es el camino más difícil que se puede recorrer. Es un camino de dolor, aislación y pruebas de fe. Pero es el único camino que puede hacer nuestra Visión una realidad. La verdadera búsqueda en la vida, es vivir la Sabiduría de la Tierra dentro de los confines del hombre. No hay iglesia ni templo que necesitemos para encontrar la paz, porque nuestros templos están en la naturaleza. No hay líderes espirituales, porque nuestros corazones y el Creador son nuestros únicos líderes. Nuestro número es reducido, porque pocos hablan nuestro lenguaje o comprenden las cosas que vivimos. Así, recorrimos solos nuestros caminos, porque cada Visión, cada búsqueda, es única para cada individuo. Pero debemos caminar en la sociedad, o nuestra Visión morirá. Porque un hombre que no vive su Visión, está viviendo su muerte.
La Tierra está muriendo. La destrucción del hombre está cerca, tan cerca, que todos debemos trabajar para cambiar el camino de destrucción. Debemos pagar por los pecados de nuestros abuelos y abuelas, porque por mucho tiempo hemos sido una sociedad que mata a sus nietos para alimentar a nuestros hijos No puede haber descanso, ni podemos renunciar. Demasiados han renunciado en el pasado. Es fácil vivir una vida espiritual lejos del hombre, pero la realidad de la Visión sólo puede ser vivida cuando se participa en la sociedad.
He tenido la Visión de la destrucción del hombre. Pero al hombre le serán dados cuatro signos de advertencia, dos de ellos para darle la oportunidad de cambiar, y dos de ellos para dar a los Hijos de la Tierra la oportunidad de escapar de la ira del Creador. Los signos serán obvios para ti y para quienes han aprendido a escuchar al Espíritu de la Tierra. Pero aquellos quienes viven en la carne y sólo para la carne, no habrá conocimiento ni comprensión. Cuando estos signos, advertencias y profecías se hagan manifiestos, entenderás la urgencia de lo que digo. Entonces entenderás porqué uno no debe trabajar sólo por su fuerza espiritual, sino para dar acceso a la fuerza espiritual al hombre moderno.
El Primer Signo
Siguiendo al Gran Espíritu Guerrero, entré en un mundo desconocido. Estaba en un mundo seco, con poca vegetación. A la distancia vi un poblado, construido con carpas y telas, en lugar de los materiales normalmente usados por el hombre. Cuando nos acercamos, el odor de la muerte me afectó y me sentí enfermo. Escuché el llanto de niños, las quejas de los mayores, y sonidos de dolor y desesperación. Pilas de cuerpos se amontonan al costado de trincheras, esperando ser sepultados, con sus rostros contorsionados y deformados por la muerte de inanición. Los cuerpos eran mas esqueletos que carne, y los niños, adultos y mayores tenían el mismo aspecto, con su piel originalmente morena ahora de un color gris ceniza. Cuando entré en el poblado, el horror de las muertes por hambre me golpeó más fuerte. Los niños apenas caminan, los mayores yacen moribundos sobre el suelo, y hay dolor, llanto y miedo por todas partes. La presencia de la muerte y la sensación de desesperanza me sobrecogió, amenazando con llevarme lejos del poblado.
Un adulto me habló, en un lenguaje desconocido. Comprendí que no era un hombre de carne y hueso, sino el espíritu de un hombre que un día transitó por un camino espiritual, posiblemente el shaman de su tribu. Entonces comprendí lo que trataba de decirme con lentas palabras: “Bienvenido a lo que llamamos la tierra del hambre. El mundo un día mirará esto con horror. Este será el primer signo de que el hombre no puede vivir prescindiendo de las leyes del Creador, ni puede luchar contra la Naturaleza. Si el hombre comprende que tiene la culpa de esta calamidad, por esta hambre sin sentido, habrá aprendido una gran lección. Pero temo que el hombre no asumirá su culpa, sino que culpará a la Naturaleza. No comprenderá que él creó este lugar de muerte al forzar a las gentes a tener muchos hijos. Cuando las leyes de la tierra fueron violadas, la gente murió de hambre, tal como la naturaleza mata de hambre al venado cada vez que su población crece demasiado para que la tierra lo sostenga. Esta gente debió haber sido dejada sola. Una vez supieron como vivir con la Tierra, y su riqueza se medía en felicidad, amor y paz. Pero esto les fue despojado cuando fueron considerados como una sociedad primitiva. Entonces el mundo les mostró como cultivar y vivir de un modo menos primitivo. Fue el mundo que les forzó a vivir fuera de las leyes de la Creación y, como resultado, ahora les fuerza a morir “Luego el viejo se alejó, de regreso a la muerte y la desesperación. Se volvió hacia el Gran Abuelo por última vez, diciendo: “Este será el primer signo. Primero vendrá el hambre, y después hambre. Nada capturará la atención del mundo con tal impacto como lo hará este signo. Los Hijos de la Tierra aprenderán las lecciones contenidas en todo este dolor y muerte, pero el mundo lo tomará como una calamidad más, culpando a la Naturaleza en lugar de a si mismo“.
Al desaparecer el anciano, el Gran Abuelo se encontró de regreso a la entrada de la Caverna Eterna. El Gran Abuelo cayó en un profundo sueño, y en su sueño el Gran Espíritu Guerrero habló de nuevo al Gran Abuelo: “Es durante los años de calamidad, el primer signo, que una enfermedad caerá sobre el hombre, una enfermedad que barrerá la tierra y aterrorizará a las masas. Los médicos no tendrán respuestas, y un gran grito de dolor se esparcirá sobre la tierra. La enfermedad provendrá de los monos, las drogas y el sexo. Destruirá al hombre desde adentro, haciendo que cualquier enfermedad común sea una enfermedad mortal. El hombre se buscará esta enfermedad como resultado de su vida, su adoración por el sexo y las drogas, y su vida alejada de la Naturaleza. Esto también es parte del primer signo de advertencia. Las drogas producirán guerras en las ciudades del hombre, y las naciones se levantarán contra esas guerras y contra esa enfermedad mortal. Pero lucharán de manera equivocada, atacando el efecto el lugar de la causa. Nunca ganará esta guerra hasta que la nación, la sociedad, cambie sus valores, y abandone la adoración del sexo y las drogas. Es en este momento que el hombre tiene la oportunidad de cambiar el curso del futuro. Es entonces que puede aprender la gran lección de la calamidad y la enfermedad. Pero hasta que aparezca el segundo signo, la Tierra no puede ser curada en lo material. Sólo una curación espiritual puede cambiar el futuro de la humanidad“.
El Segundo Signo
El Gran Abuelo despertó nuevamente a la entrada de la Caverna. Al mirar a su alrededor toda había cambiado. Los campos se veían más secos, sin vegetación y los animales están moribundos. Un mortal hedor se levanta de la tierra y el polvo es grueso y pesado, el calor intenso y opresivo. Al mirar al cielo, el Sol aparece más grande y más intenso. No se ven pájaros ni nubes, y el aire parece ser más grueso. Entonces que el cielo se agita y aparecen grandes agujeros en el cielo. Los agujeros se abren con gran estruendo, que resuena como el trueno, y la tierra, las rocas y el suelo se estremecen.
La piel del cielo parece abrirse en heridas, como las heridas de una peste, un gran mar flotante de pestilencia, aceite y peces muertos. Fue a través de uno de estos agujeros que el Gran Abuelo vio los cuerpos de delfines muertos, junto con grandes levantamientos de la Tierra y violentas tormentas. Al sostenerse del temblor de tierra, sus ojos bajaron del cielo, y todo en su alrededor era un desastre. Montones de desechos se elevan hasta el cielo, los bosques yacen arrancados y moribundos, las costas inundadas y las tormentas crecen más violentas y estruendosas. A cada momento, la Tierra se sacude mas fuertemente, amenazando con partirse y tragar al Gran Abuelo.
De pronto la Tierra deja de temblar y el cielo se despeja. El Gran Espíritu Guerrero aparece caminando entre el aire polvoriento y se detiene a corta distancia del Gran Abuelo. Al contemplar su rostro, el gran Abuelo ve que lágrimas caen de los ojos del Gran Espíritu Guerrero, y que cada lágrima cae sobre la tierra con un sonido cristalino. El Gran Espíritu contempla al Gran Abuelo por largo tiempo, y finalmente dice: “Agujeros en el cielo “. El Gran Abuelo piensa, de manera incrédula “¿Agujeros en el cielo… ?“. Y el Gran Espíritu responde: “Estos serán el segundo signo de destrucción del hombre. Los agujeros en el cielo y todo lo que has visto podrán ser realidad. Es a partir de este momento que el hombre ya no podrá curar a la Tierra por ninguna acción física. Es entonces que el hombre deberá trabajar mas duro para cambiar el futuro. Pero no sólo debe trabajar materialmente, sino espiritualmente a través de la invocación, pues sólo por la invocación puede el hombre curar la Tierra y a si mismo“.
El Gran Abuelo vacila en creer en los agujeros en el cielo. Hay una larga pausa. Entonces el Gran Espíritu se le acerca susurrando: “Estos agujeros son el directo resultado de la vida del hombre, sus viajes, y los pecados de sus abuelos y abuelas, y serán el legado de sus vidas alejadas de la Naturaleza. El signo de estos agujeros, marcan el momento de una gran transición en el pensamiento de la humanidad. Quedarán entonces librados a una elección, elección entre continuar su sendero de destrucción o regresar a la sabiduría de la Tierra y una existencia más sencilla. Es entonces cuando se debe elegir, o todo estará perdido“. Entonces el Espíritu se volvió y desapareció caminando entre el polvo.
El Tercer Signo
En los días siguientes el Gran Abuelo pasó a la entrada de la Caverna, para nada le habló, ni siquiera la Tierra. El Gran Abuelo dice que fueron días de gran tristeza y soledad, días para digerir lo que había visto. Supo que estos signos no aparecerían durante su vida, pero que debían ser transmitidos a la gente del futuro con la misma fuerza y sentido de urgencia que le habían sido dados. Pero no sabía como hacerlo. Seguramente los chamanes y ancianos comprenderían, pero no así la sociedad, y menos alguien que esté alejado de la Tierra y el Espíritu.
Estuvo sentado por cuatro días, inmóvil como hecho de piedra, con su corazón pesado por la pesada carga que había contraído. Al final del cuarto día, llegó la tercera Visión. Contemplando los campos hacia la puesta del Sol, de pronto el cielo se tornó líquido y de color rojo sangre. Hasta donde sus ojos podían contemplar, el cielo era color rojo intenso, sin sombra ni nube ni variación alguna ni textura diferente. Toda la Creación parecía haberse detenido, como en espera de una orden superior. El tiempo, al lugar, el destino, parecen suspendidos en el cielo de sangre. Contempló largo tiempo el cielo, presa de la angustia y el terror, porque nada era como lo que había visto en toda su vida, ni en la salida ni en la puesta del Sol. Era un color humano, no natural, y tenía un aspecto siniestro y acechante. Parecía quemar la Tierra dondequiera que la tocara. Cuando se hizo la noche, las estrellas brillaron en rojo vivo, rojo que nunca abandonaba al cielo, y se escuchaban gritos de miedo y de dolor por todas partes
Nuevamente el Gran Espíritu Guerrero se presentó al Gran Abuelo, pero ahora como una voz en los cielos. Como un trueno, la voz estremeció los campos: “Este es el tercer signo, la noche de las estrellas de sangre. Será conocido en todo el mundo, porque el cielo en todas partes será rojo con la sangre de los cielos, día y noche. Es entonces, con el tercer signo, que ya no habrá esperanza. La vida sobre la Tierra, como la ha vivido el hombre, llegará a su fin, y no habrá retorno ni el lo material ni en lo espiritual. Será entonces que, si el hombre no ha cambiado en los signos anteriores que el hombre sabrá que ha llegado la destrucción de la Tierra. Porque cuando el cielo sangre fuego, no habrá refugio en el mundo del hombre “. El Gran Abuelo tembló de terror mientras la voz hablaba: “A partir de este momento, desde que las estrellas sangren, hasta la aparición del cuarto signo, habrá cuatro estaciones de tranquilidad. Durante estas cuatro estaciones los Hijos de la Tierra deben internarse en las profundidades de lugares remotos y encontrar una nueva residencia, cerca de la Tierra y del Creador. Sólo los Hijos de la Tierra sobrevivirán, y deberán vivir la sabiduría de la Tierra, sin nunca regresar a los pensamientos del hombre. Y la supervivencia no será suficiente, porque los Hijos de la Tierra deberán vivir cerca del Espíritu. Diles que no vacilen, cuando vean el tercer signo en las estrellas, porque sólo habrá cuatro estaciones para escapar “. El Gran Abuelo sostuvo esta Visión por una semana, y luego desapareció tan rápido como le llegó
El Cuarto Signo
El Gran Abuelo no supo cuanto tiempo pasó a la entrada de la Gran Caverna, ni le importaba, porque había obtenido la Visión por la que había venido. Fue en su última noche que vino su cuarta Visión, esta vez en la forma de la voz de un pequeño niño: “El signo cuarto y final se verá en los diez inviernos siguientes, después de que las estrellas sangren. Durante este tiempo la Tierra se curará a si misma, y los hombres morirán. Por estos diez años, los Hijos de la Tierra deberán permanecer escondidos en lugares remotos, sin un lugar de residencia permanente, evitando todo contacto con las fuerzas del hombre. Deberán permanecer escondidos, como los antiguos nómades, y luchar contra la necesidad de retomar el contacto la destrucción de los hombres. La curiosidad matará a muchos“.
Hubo un largo silencio. El Gran Abuelo preguntó al niño: “¿Y que ocurrirá al mundo del hombre?…“. Otro prolongado silencio. El niño de nuevo habló: “Habrá gran calamidad en todo el mundo, como no es posible imaginar. Las aguas correrán sucias, envenenadas con los pecados de los hombres regando los suelos, lagos y ríos. Las cosechas se perderán, los animales del hombre morirán, y la enfermedad matará a las masas. Los nietos se alimentarán de los despojos de los muertos, y todo será gritos de dolor y angustia. Pandillas de hombres cazarán y matarán a otros hombres por alimento, y el agua siempre será escasa, y más escasa por cada año que pasa. Las tierras, el agua, el cielo, estarán envenenados, y el hombre vivirá en la cólera del Creador. Al principio el hombre se refugiará en las ciudades, pero allí morirán. Unos pocos escaparán a lugares remotos, pero la naturaleza salvaje los destruirá, porque hace mucho tiempo les fue dada la oportunidad. El hombre será destruido, sus ciudades en ruinas, y entonces sus nietos deberán pagar por los pecados de sus abuelos y abuelas“
“¿No hay ninguna esperanza?…“preguntó el Abuelo Apache. El niño replicó: “Sólo hay esperanza cuando se vean los primeros dos signos… En el tercer signo, la noche sangrienta, ya no hay esperanza, porque sólo los Hijos de la Tierra podrán sobrevivir. Se dará al hombre estos signos de advertencia. Si no se les presta atención, no podrá haber esperanza, porque sólo los Hijos de la Tierra serán purgados de los cánceres de la humanidad, del pensamiento destructivo de la humanidad. Serán los Hijos de la Tierra quienes traerán la nueva esperanza de una nueva sociedad, viviendo mas cerca de la Tierra y del Espíritu“.
Luego se hizo el silencio. El paisaje se despejó y todo volvió a ser normal, y el Gran Abuelo salió de su Visión. Estremecido, dijo que había vagado durante toda la nueva estación, tratando de comprender lo que había recibido, tratando de entender porqué él había sido elegido para recibir el mensaje.
ROCA DE LA PROFECÍA HOPI
Cerca de Oraibi, Arizona, hay un petroglifo conocido como la Roca de la Profecía, la cual simboliza muchas profecías Hopi.
Su interpretación es:
La figura humana a la izquierda es el Gran Espíritu. El arco a su izquierda representa sus instrucciones a los Hopi de bajar sus armas. La línea vertical a la derecha del Gran Espíritu es una escala de tiempo en miles de años. El punto en el cual el gran Espíritu toca la línea es el tiempo de su retorno.
Roca de la Profecía
El “camino de la vida” establecido por el Gran Espíritu se divide en los caminos más bajos, estrechos de continua Vida en armonía con la naturaleza, y el camino ancho de arriba es el del hombre blanco con sus logros científicos. La barra entre los caminos, arriba de la cruz, es la llegada de los hombres blancos; la Cruz es aquella de la Cristiandad. El círculo abajo de la cruz representa el continuo Camino de la Vida.
Las cuatro pequeñas figuras humanas en el camino de arriba representan, en un nivel, los tres mundos pasados y el presente; en otro nivel, las figuras indican que algunos de los Hopi viajarán en el camino del hombre blanco, habiendo sido seducidos por su encanto.
Los dos círculos en el Camino de la Vida más abajo son las “grandes sacudidas de la tierra”. La swástica en el sol y la cruz celta representan los dos ayudantes de Pahana, el Verdadero Hermano Blanco.
La línea corta que regresa al recto Camino de la Vida es la última oportunidad par alas personas, a que regresen a la naturaleza antes de que se desintegre y se disipe el camino de arriba. El círculo pequeño arriba del camino de la Vida, después de la última oportunidad, está la Gran Purificación, después de la cual el maíz crecerá en abundancia de nuevo, cuando regrese el Gran Espíritu. Y el Camino de la Vida continúa por siempre…
El escudo Hopi en la esquina inferior derecha simboliza la Tierra y el área de las Cuatro Esquinas, donde los Hopi han sido puestos en reserva. Los brazos de la cruz también representan las cuatro direcciones hacia las cuales ellos emigraron, según las instrucciones del Gran Espíritu.
Los puntos representan los cuatro colores del maíz Hopi, y los cuatro colores raciales de la humanidad.
Kachina Azul
La historia vino del Abuelo Dan, el Hopi más Viejo.
“Me fue dicho que la Kachina azul primero comenzaría a ser visto en las danzas, y haría su aparición, conocida a los niños, en la plaza, durante la danza nocturna. Este evento nos diría que los tiempos finales están muy cercanos. Luego, la Estrella Kachina Azul físicamente aparecería en nuestros cielos, lo que significaría que estamos en los tiempos finales.
“En los días finales, nosotros veremos hacia arriba a nuestros cielos y seremos testigos del regreso de los dos hermanos que ayudaron a crear este mundo en el tiempo del nacimiento. Poganghoya es el guardián de nuestro Polo Norte, y su Hermano Palongawhoya es el guardián del polo Sur. En los días finales, la Estrella Katchina Azul vendrá a estarse con sus sobrinos y ellos regresarían la Tierra a su rotación natural, la cual es contra las agujas del reloj.
Los mellizos serán vistos en nuestros cielos occidentales del norte. Vendrán y nos visitarán para ver quien recuerda todavía las enseñanzas originales, volando en sus Patuwvotas, o escudos voladores. Ellos traerán consigo a muchos de su familia estelar en los días finales.
“El regreso de la Estrella Katchina Azul, que es también conocida como Nan ga sohu será el despertador que nos diga del Nuevo día y de la nueva manera de vida, el nuevo mundo que está viniendo. Aquí es donde comenzarán los cambios. Comenzarán como fuegos que arderán dentro de nosotros, y nosotros arderemos con deseos y conflicto si no recordamos las enseñanzas originales, y volvemos a las maneras pacíficas de vida.
No muy lejos detrás de los mellizos vendrá el Purificador – La Katchina Roja, que traerá el Día de Purificación. En este día la Tierra, sus criaturas y toda vida tal como la conocemos cambiará para siempre. Habrá mensajeros que precederán esta venida del Purificador. Ellos dejarán mensajes para aquellos en la Tierra que recuerdan las Viejas maneras.
“Los mensajes serán encontrados escritos en la piedra viva, a través de los granos sagrados, y aun las aguas. Desde el Purificador saldrá una gran Luz Roja hacia delante. Todas las cosas cambiarán en su manera de ser. A cada cosa viva le será ofrecida la oportunidad para cambiar, desde la cosa más grande a la más pequeña.
“Aquellos que regresen a las maneras dadas a nosotros en las enseñanzas originales, y vivan un modo de vida natural no serán tocados por el Purificador que viene. Ellos sobrevivirán y construirán el Nuevo mundo. Solo en las enseñanzas antiguas será encontrada la capacidad de entender los mensajes.
“Es importante entender que estos mensajes serán encontrados sobre cada cosa viva, incluso dentro de nuestros cuerpos, incluso dentro de una gota de nuestra sangre. Todas las formas de vida recibirán los mensajes de los mellizos… aquellos que vuelan, las plantas, incluso el conejo. Con la aparición de los mellizos comienza un período de siete años, que será nuestra oportunidad final para cambiar nuestras maneras.
“Muchos parecerán haber perdido sus almas en estos días finales. Tan intensa será la naturaleza de los cambios que aquellos que son débiles en conciencia espiritual se volverán locos, ya que no somos nada sin el espíritu. Ellos desaparecerán, ya que son solo recipientes huecos que cualquier cosa puede usar. La vida será tan mala en las ciudades que muchos escogerán dejar este plano. Algunos en grupos enteros.
“Solamente aquellos que regresen a los valores de las viejas maneras serán capaces de encontrar paz mental. Porque en la Tierra hemos de encontrar alivio de la locura que estará a nuestro alrededor. Será un tiempo duro para las mujeres con niños, porque ellos serán evitados, y muchos de los niños en estos tiempos serán no-naturales. Algunos serán seres de las Estrellas, otros de mundos pasados, y otros incluso creados por el hombre de manera artificial y serán sin alma. Mucha de la gente en este tiempo serán vacíos en Espíritu, ellos tendrán Sampacu. Ninguna fuerza de vida en sus ojos.
“Al irnos acercando al tiempo de la llegada del Purificador estarán aquellos que caminan como fantasmas a través de las ciudades, a través de las barrancas que habrán construido en sus montañas hechas por el hombre. Aquellos que caminan a través de estos lugares serán muy pesados en su caminar, parecerá casi doloroso al tomar cada paso, ya que estarán desconectados de su espíritu y de la Tierra.
“Después del arribo de los mellizos, ellos comenzarán a desaparecer ante tus ojos como mucho humo. Otros tendrán grandes deformidades, tanto en la mente como en sus cuerpos. Estarán aquellos que caminarán en un cuerpo que no es de esta realidad, ya que muchos de los portales que una vez nos protegieron, serán abiertos, habrá muchísima confusión. Confusión entre los sexos, y niños y sus ancianos.
“La vida se volverá muy pervertida, y habrá poco orden social, en esos tiempos muchos pedirán a las montañas mismas, que caigan encima de ellos y dar fin a su miseria. Aun otros aparecerán como si no los tocara lo que está ocurriendo. Aquellos que recuerden las enseñanzas originales y hayan reconectado sus corazones y espíritus. Aquellos que recuerden quienes son su madre y su padre. El Pahana que se ha ido a vivir en las montañas y el bosque.
“Cuando venga el Purificador nosotros lo veremos primero como una pequeña Estrella Roja, la cual vendrá muy cerca y se sentará en nuestros cielos, observándonos. Observándonos para ver cuan bien nos recordamos de las enseñanzas sagradas.
“Este purificador nos mostrará muchas señales milagrosas en nuestros cielos. De esta manera sabremos que el Creador no es un sueño. Incluso lo que no sienten su conexión con el espíritu verán la faz del creador a través del cielo. Cosas que no se ven serán sentidas muy fuertemente.
“Muchas cosas comenzarán a ocurrir que no tendrán ningún sentido, ya que la realidad estará cambiando dentro y fuera del estado de sueño. Habrá muchos umbrales hacia el bajo mundo que se abrirán en este tiempo. Cosas largamente olvidadas vendrán de nuevo a recordarnos de nuestras creaciones pasadas. Todas las cosas vivientes querrán estar presentes para este día, cuando el tiempo finalice, y entremos en el ciclo eterno del Quinto Mundo.
“Recibiremos muchas advertencias, permitiendo que cambiemos nuestras maneras de debajo de la Tierra así como sobre ella. Entonces, una mañana, en un momento, despertaremos al Rojo Amanecer. El cielo será del color de la sangre, muchas cosas, entonces, comenzarán a ocurrir, que en este momento no estamos seguros de su naturaleza exacta, puesto que mucho de la realidad no será como lo es ahora.
“Habrá muchas bestias extrañas sobre la Tierra en esos días, algunas del pasado y otras que nunca antes habíamos visto. La naturaleza de la humanidad parecerá extraña en esos tiempos, nosotros caminamos entre los mundos y habitaremos muchos espíritus, aun dentro de nuestros cuerpos. Después de un tiempo, de nuevo caminaremos con nuestros hermanos de las Estrellas, y reconstruiremos esta Tierra. Pero no antes de que el Purificador haya dejado su marca sobre el universo.
“Ninguna cosa viviente estará sin ser tocada, aquí o en los cielos. El camino a través de este tiempo, se dice que habrá de ser encontrado en nuestros corazones, y reuniéndonos con nuestro ser espiritual. Volviéndonos más simples y regresando a vivir con y sobre la Tierra, y en armonía con sus criaturas. Recordando que somos los cuidadores, los encargados del fuego del Espíritu. Nuestros parientes de las Estrellas están regresando a casa a ver cuan bien hemos andado nuestra jornada.”
Una profecía más de la tribu Hopi se dio a conocer de manera extraña, pues se dio a conocer primero en algunas iglesias metodistas y presbiterianas en 1959 y finalmente publicada en 1963, en la historia que se cuenta sobre ella menciona el encuentro de un pastor de una iglesia tuvo un encuentro con un integrante de la tribu en la carretera y mientras le daba un aventón el indígena le contó la historia:
“Yo soy Pluma Blanca, un Hopi de antiguo clan del Oso. A lo largo de mi vida, he viajado a través de esta tierra, buscando a mis hermanos, y aprendiendo de ellos muchas cosas sabias. He seguido los senderos sagrados de mi gente, quienes habitaban los bosques y lagos del este, las tierras del hielo, las del norte, y lugares de altares sagrados de piedra construidos hace muchos años por mis antepasados en el sur. De todos ellos he escuchado historias del pasado, y las profecías del futuro. Hoy día muchas de estas profecías se han cumplido, y algunas quedan aún por hacerlo, pues el pasado es cada vez mas grande y el futuro mas corto.”
“Ahora Pluma Blanca está muriendo. Sus hijos ya se han reunido con sus antepasados, y muy pronto él también los acompañará. Porque ya no quedará nadie, nadie que recite y transmita esta milenaria sabiduría. Mi gente ya está cansada de las viejas formas de vida, como ser las grandes ceremonias que hablan de nuestros orígenes, de nuestra aparición en el Cuarto Mundo, casi todo esto ya ha caído en el olvido. Esto también había sido profetizado. El tiempo se está agotando”
“Mi gente aguarda la llegada de Pahana, el verdadero Hermano Blanco perdido, al igual que lo aguardan todos nuestros hermanos. El no será igual a los hombres blancos que conocemos hoy día, que son crueles y codiciosos. Habíamos sido advertidos de su llegada hace ya muchos años. Pero aún seguimos aguardando su llegada”
“El traerá consigo los símbolos, y la pieza faltante de la sagrada tabla que ahora custodian nuestros sabios. Esta pieza le fue dada cuando marchó, esto lo identificará como el Verdadero Hermano Blanco”
“El fin del Cuarto Mundo se acerca ya, Y el Quinto dará su entrada. Esto ya lo sabían los sabios. Los Signos se han ido cumpliendo a través de los años, y muy pocos quedan aún por cumplirse”
“Este es el Primer Signo: Habíamos sido advertidos de la llegada del hombre blanco, similar a Pahana, pero que no vivirían como él, sino que se apropiarían de tierras que no les pertenecen, y que abatirían a sus enemigos con el fuego”
“Este es el Segundo Signo: Nuestras tierras verán la llegada de ruedas de madera. En su juventud mi padre vio hecha realidad esta profecía, con la llegada del hombre blanco en sus carretas a través de las praderas”
“Este es el Tercer Signo: Una extraña bestia similar al Búfalo, pero con grandes y largos cuernos poblará las tierras en un gran número. A esto lo pudo observar Pluma Blanca con sus propios ojos, ya que se trata de las cabezas de ganado que ha traído el hombre blanco a estas tierras.”
“Este es el Cuarto Signo: La tierra será atravesada por serpientes de acero”
“Este es el Quinto Signo: El cielo será cubierto por una gigantesca telaraña”. Pluma Blanca señaló a David el cielo con su tendido telefónico y de electricidad.
“Este es el Sexto Signo: La tierra sera invadida de ríos de piedra que reflejarán los rayos del sol”.
“Este es el Séptimo Signo: Escucharás que el mar se volverá negro, y mucha vida sucumbirá.
“Este es el Octavo Signo: Verás a muchos jóvenes, que usarán el pelo largo como nosotros. Vendrán y se unirán a nuestra tribu para aprender nuestras forma de vida y nuestra sabiduría”
“Este es el Noveno y último signo: Escucharas hablar de una morada en el cielo, que caerá con todas sus fuerzas sobre la tierra. Esta morada se verá como una gran estrella azul. Luego, muy pronto, las ceremonias y rituales de mi gente culminarán”
“Estos Signos representan que la gran destrucción se acerca. El planeta no dejara de sacudirse. El hombre blanco librará batallas contra gente de otras tierras, principalmente contra aquellos que poseían las primeras luces de la sabiduría. Habrá columnas de humo y fuego tal como Pluma blanca ya las había observado en los desiertos no muy lejos de aquí.”
“Mucha de mi gente, que ya ha comprendido el significado de estas profecías , permanecerán a salvo. También lo estarán aquellos que vivan entre nosotros. Luego del gran cataclismo, habrá mucho por reconstruir. Y pronto, muy pronto, Pahana retornará trayendo consigo el amanecer del Quinto Mundo. Plantará las semillas de su sabiduría en nuestros corazones. Incluso hoy día estas semillas ya están siendo esparcidas y plantadas. Todo ello aclarará y hará menos dolorosa nuestra entrada al Quinto mundo.
“Pero Pluma Blanca no podrá presenciar todo esto. Ya estoy viejo y me queda poco tiempo. Tu, tal vez llegues a verlo, con el correr del tiempo…”El viejo indio luego permaneció en un frío silencio. Ya habían llegado a destino, el Reverendo David Young detuvo el coche para dejar que Pluma Blanca saliera del coche. Nunca más volvieron a verse las caras. El Reverendo murió en 1976, por lo tanto no pudo llegar a presenciar la consumación de las más importantes profecías.