EL CRANEO
Esta historia se origino en Inglaterra por los años de 1600, existieron tres hermanas las cuales se querían mucho, ellas eran solteras por lo que las tres vivían en una gran casa, la cual se veía muy lujosa, las tres hermanas siempre andaban juntas, ya fuera en reuniones o simplemente para ir la iglesia, ellas eran muy devotas y caritativas.
Pero un día al regresar de la iglesia se toparon con un salteador de caminos, quien las golpeo para quitarle las cosas de valor que ellas llevaban consigo, pero fue tan brutal esos golpes que una de ellas la más pequeña de las tres, resulto gravemente herida, ya que el hombre al ver que alguien venia en su ayuda la empujo sobre una pared de piedra dejándola herida de muerte.
En su lecho de muerte, la mujer les dice a sus hermanas.
–Queridas hermanas me voy a ir de este mundo, pero como siempre hemos estado juntas quiero que me prometan que a mi muerte me cortaran la cabeza y la pondrán en alguna mesa de la sala y así estaremos juntas como hasta ahora, prométanmelo—
Las dos hermanas al ver a su hermana ya con un hilo de voz aceptaron, pero al morir la mujer seria por el dolor o por pensar que su hermana les pidió algo tan espeluznante que la enterraron sin cumplir su deseo.
La casa como dijimos era grande por lo que era atendida por varios sirvientes, que a los pocos días de haber muerto una de las hermanas empezaron a escuchar ruidos raros y quejidos lastimosos, por lo que decidieron irse de la casona por miedo.
Las hermanas al igual que los sirvientes también escuchaban esos quejidos y ruidos extraños y al momento pensaron en su hermana pequeña que no podía descansar por no haberle cumplido su último deseo por lo que decidieron desenterrar el cuerpo y llevar su cráneo a la casa por la noche y también por el día, cesaron los ruidos extraños.
El cráneo permaneció en esa mesa dentro de la sala, pero los nuevos sirvientes no sabían el porqué se encontraba un cráneo ahí en la sala. Como una de las sirvientas era nueva en la casa se le hizo fácil quitar de ahí esa calavera que desentonaba en el lugar y la arrojo fuera de la casa, en ese momento, se empezaron a escuchar ayes de dolor y la casa empezó a moverse como si estuviera temblando, las hermanas llegaron lo más pronto posible a la sala y vieron que el cráneo no estaba en su lugar y de inmediato salieron a preguntar quien había sido el que había quitado de su lugar el cráneo.
La sirvienta por miedo a ser corrida de su trabajo se quedo callada, pero las dos hermanas ordenaron buscar ese cráneo ya que no cesaban los ruidos y los quejidos lastimosos que se escuchaban en toda la casa. La sirvienta sabiendo donde se encontraba el cráneo fue a buscarlos y decir que ella lo había quitado de ahí porque se veía feo en la sala que era tan bonita y con tan buen gusto, pero que no quería que la despidieran de su trabajo.
Las hermanas tomaron el cráneo y lo volvieron a poner en su lugar y al momento cesaron los ruidos y lamentos, pero ya calmadas y a solas empezaron a pensar que hacer con el cráneo de su hermana, ya que como decía la sirvienta aparte de verse mal en la sala era macabro tenerla ahí.
Una de ella dijo: -Mira hermana la casa es muy grande y por consiguiente nuestra sala es grandísima, haremos un nicho y lo vamos a tapiar y así nuestra hermana siempre estará en la sala pero nadie la vera—- ¡claro dijo la otra, que buena idea has tenido hermanita y así le cumplimos la promesa que le hicimos a nuestra hermanita querida!Las hermanas al otro día mandaron hacer un nicho y al mismo tiempo ordenaron lo tapiaran, así fue como le cumplieron a su hermana, pero también se cuenta que ese cráneo hasta la fecha continua tapiado en una de esas casonas grandes que todavía existen en Inglaterra.