SÁLVESE QUIEN PUEDA - Los 21 Revista ®

Estamos llegado a una etapa en la historia de México en que no puedes hablar mal, o criticar al gobierno actual sin riesgo de que te ataquen, te cobren impuestos o desparezcan el organismo en el que trabajas, la poca tolerancia del gobierno actual se ha visto acrecentada por cada uno de los funcionarios que la integran, cuando eran parte de la oposición se valieron de la libertad de expresión para criticar, descubrir, y hasta inventar historias, pero hoy que ocupan el cargo que antes criticaban, ya no se puede hacer, no se puede criticar y mucho menos hacer evidente que aun hay corrupción, con los nuevos funcionarios, que la claridad con la que se decían vivir, no resulta tan clara, es mas es condenada.

NO es lo único, la adjudicación directa de proyectos, la reacción violenta de la desnudez de su realidad ha dejado una enseñanza mayor, y es que la desesperanza de México se acrecenta, así como podemos decir que en un mínimo porcentaje de personas mayores se ha beneficiado de la pensión, también decimos que la modificación de las leyes para generar una dictadura se han establecido, es decir un punto bueno por cien malos.

Es irónico, contradictorio y cínico descubrir y en otros casos aceptar lo que ya sabíamos desde hace tiempo, que nos engañan cínicamente y ahora lo declaran abiertamente creyendo o sabiendo que la mayoría de la gente no hace nada por defender ni sus propios derechos.

Se ha dicho miles de veces que el presidente López Obrador es un mentiroso, porque el mismo ha ido descubriendo sus mentiras en cuanto a sus promesas de campaña no cumplidas, de cómo primero se echó la culpa a los mandos policíacos de soltar a los hijos del Chapo y luego él mismo reconociendo que dio la orden de ello, dejando en ridículo al propio ejército.

Defendiendo lo indefendible en cuanto a la corrupción de los funcionarios a su cargo, aun sacando provecho de la salud de los mexicanos en la compra y venta de insumos necesarios en estos tiempos de la pandemia de Covid 19.

Pero más aún la gran confusión creada por sus instrucciones contradictorias de las medidas sanitarias, las que han distorsionado completamente al grado de no creer mas en las instituciones y que por ello haya mas contagios en el país y que cada semana nos anuncien que ya viene el pico de contagios, que con las cifras oficiales y las del programa centinela tendríamos más de millón y medio de contagios y con cifras oficiales de casi 30 mil muertos, sin contar los casos de neumonía atípica con las que se esconden “otros datos”.

Sin llegar al pico de contagios, señalan a nivel federal que estamos en semáforo color naranja pero en los gobiernos locales se dice que seguimos en semáforo en rojo, abriendo empresas que están a punto de quebrar y cerrando de nuevo por los nuevos contagios originados.

De la misma manera que impusieron programas de hoy no circula que aumentan el uso de transporte público para llegar las personas que deben salir a trabajar, que aumentó el nuero de contagios.

De nuevo de manera irónica, se ha bloqueado el sistema legal, porque aunque señalan que los casos urgentes serán atendidos en los juzgados de distrito, ninguno de los casos presentados para ellos es tan urgente que sobrepase las medidas sanitarias y por lo tanto son rechazados o pospuestos, dejando en estado de indefensión a los quejosos o a las víctimas.

En materia laboral con mayor razón dejan a un lado los derechos de los trabajadores que tenían rezagos en sus juicios y ahora se encuentran paralizados totalmente desde el mes de marzo.

Peor aun, a pesar de las medidas sanitarias que se tomaron para evitar una movilidad mayor de la gente nos encontramos con el año más violento y con mayores homicidios, así como de violencia intrafamiliar, la cual según nuestro presidente no existe.

Con las modificaciones en materia de telecomunicaciones para sacar dinero pero principalmente para empezar la desaparición de los medios independientes y controlar las transmisiones de información y radiodifusión, aun en medios digitales.

En materia de salud, que es donde se debería hacer mayor inversión para tener un país más sano y con mayor fuerza sucedió lo contrario, tal parece que quieren que se mueran las personas que ocasionan más gastos, se ofenden si critican los afectados, se cancelaron programas de salud para dar preferencias a gastos inútiles y caprichos.

Económicamente no estamos mejor, ni de broma, el cierre masivo de empresas por las medidas sanitarias ha dejado sin trabajo a miles de trabajadores y a cientos de empresarios en quiebra y pronto serán millones y miles respectivamente, lo cual se traducirá en mayor número de delitos y pobreza extrema.

NO habiendo oportunidad de crecimiento, inversión, malas políticas, cinismo del gobierno y pésimas decisiones, sólo podemos decir sálvese quien pueda, no podemos creer en que este gobierno vaya o quiera ayudar, no podemos creer en que los titulares de las dependencias actúen sin corrupción como se ha demostrado, no podemos creer que Donald Trump nos ayude (ni puede ni debe) sólo porque le cae bien el presidente López Obrador, no podemos creer mas que en nosotros mismos, porque ya se vio que ni los impuestos condonaron, a los que no son amigos del gobierno, ni condonaron un peso de luz o servicio alguno.

Normalmente tratamos de ser optimistas pero hay momentos en que parece casi imposible serlo cuando cualquier intento de progresar es minimizado, golpeado, y condenado por el propio gobierno de un país, que a todas luces demuestra que lo que pretende es destruirlo para de las cenizas levantarse como el único poderoso y perpetuarse en el poder.

Con próximas elecciones intermedias no se dude que aun se invertirá en las campañas políticas y se desviarán fondos como siempre ha ocurrido y continúan aunque se icen banderas de honestidad y trataran de controlar al INE para que den los resultados que pretenden, y avalen las encuestas populares ficticias para avalar sus proyectos, solo les recordamos que esas elecciones son las que obligaron finalmente a Evo Morales a dejar el poder, pero eso es decisión de los mexicanos libres y pensantes.