Escrito LIV
Cristo sonrió a todos, y comentó por último antes de hacer reír a sus elegidos:
“Esto es para ustedes, y aquello para todos, mis palabras son para todos por orden de mi Padre
Recuerdas tu infancia, recuerdas esas risas naturales que brotaban cuando veías a tus amigos caer, o recuerdas esos pensamientos tan puros que tenías sobre tus fantasías y sueños.
Así también, has pensado en los cambios tan radicales que has sufrido tanto en tu cuerpo, como en tu interior.
Que te queda de todo aquello que traías en tu pasado, que recuerdas aun y que te provoca la risa hasta llorar.
Piensa como tal, ese de antes, siempre fuiste tu, solo falta reeducar tu pureza.
Tus pensamientos han cambiado, tus sueños han cambiado, tus metas han cambiado, ojalá y tu verdadero tú, no cambie totalmente.
La pureza, no debe de ser moldeable.
Dichosos los que entiendan.
Pedro:
“siempre te seguiré Maestro donde quiera que tú vayas.”
Así decía Pedro a Iesus frente a sus 11 hermanos elegidos, 4 días antes de la crucifixión, en una cena al calor de la fogata y en compañía de las estrellas que realizaban solo para ellos.
Iesus contestó:
“donde yo voy, aun no puedes venir aún.”
Felipe le dijo:
“siempre seremos tú y nosotros Iesus.”
Yeshua contestó:
“no Felipe, siempre seremos todos con el mundo.”
Juan el menor preguntó:
“Maestro, ahora que estamos tranquilos en esta cena que te la ofrecemos, por favor dinos, quien es tu favorito.”
Iesus contestó:
“tranquilo siempre he vivido y mi favorito no eres tú, ni nadie de ustedes.”
Al termino de esto, Iesus soltó una sonrisa como niño, la cual no detenía, Juan, Pedro, Pablo, Mateo y Lucas con mirada de enojo y asombro, solo veían al Maestro reír después de decirles que ninguno de los elegidos era su favorito.
Judas miró a sus hermanos elegidos y comentó:
“el favorito de todos es Iesus y el mundo.”
El Ángel Supremo aun sonriendo dijo:
“así es mi buen amigo, así es.” Y continúo riendo.
Marcos preguntó:
“que nos falta para ser mejores para ti, y lograr ser cada vez, mas parte de ti Maestro”
Tomás agregó:
“por que no paras de reír Iesus, cuando lo único que deseamos es saber mas de ti.”
Pedro habló:
“esto que hacemos esta noche Maestro, es por ti, por que burlas de nosotros.”
Y el Ángel Supremo aun con sonrisa en su rostro, comentó:
“quien de ustedes es libre de enseñanza.”
Y los 12 elegidos callados quedaron.
“por que saber quien es mejor de ustedes, y quien es mi favorito, si todos están conmigo, como mis amigos.”
Y el silencio de los 12, aun seguía sin romperse.
“por que toman como burla, mi alegría por ustedes.”
Y aun ni un zumbido de los 12 surgía.
“quien, de ustedes, es lo suficientemente fuerte para aceptarme en cuerpo y alma.”
Al oír lo ultimo que Yeshua dijo, los doce apóstoles dijeron.
“todos, Maestro “
“yo, maestro.”
“ya eres parte de nosotros, Maestro.”
Pero Judas levantó y con mirada sumisa, viendo al suelo le dijo a Iesus.
“yo te conozco desde hace mucho amigo, y se quien eres desde que te vi, conozco tus miedos, tus alegrías, tus burlas y tus angustias, y aun sin verlo he conocido a Dios, y se que aceptarte en mi, es como aceptar el reino de Dios en mi corazón y alma.”
Iesus detuvo su sonrisa y acercó a Judas dando un abrazo fuerte, y hablando a su oído, le dijo:
“siempre estarás conmigo amigo, verás la belleza de los reinos de Dios, y sorprendido quedarás de las paredes de cielo y nubes eternas que tienen.”
“comerás el manjar del espíritu, y soñaras con la belleza de la bondad.”
Y Judas le dijo sutilmente:
“si eso es verdad, no me hagas hacer lo que me has pedido.”
Iesus le dijo:
“la verdad es que lo tienes que hacer, y como amigo que eres lo harás, y por amor estarás conmigo.”
Cristo soltó a Judas de aquel abrazo, el cual agachando su rostro movió su cabeza, después de dejar a Judas, acercó Iesus a Pedro, y tomándolo de los hombros les dijo a todos con una sonrisa bella.
“cada uno de ustedes se quedará con un pedazo de mi, en su corazón.”
“mi risa es provocada por la alegría de saber que 12 están conmigo, y que mi familia no son solo ustedes, si no todos los que en mi Padre crean.”
“yo siempre sonreiré como ustedes, y así deben de recordarme cuando piensen en mi.”
Pedro habló:
“siempre seré tu pescador Maestro”
y Iesus con una sonrisa de orgullo le contestó:
“siempre serás mi amigo con redes de esperanza, y lo que ahora son redes, después serán las llaves de las puertas de entrada al reino de mi Padre.”
Cristo sonrió a todos, y comentó por último antes de hacer reír a sus elegidos:
“Esto es para ustedes, y aquello para todos, mis palabras son para todos por orden de mi Padre, pero esta cena y buen cordero de esta noche es para ustedes, así que no atormenten por algo que no debe de existir, estando todos juntos en el hoy.”Dichosos los que entiendan.