EL CORONAVIRUS DEMOSTRÓ QUE HACE FALTA INVERTIR MÁS EN ENFERMERÍA

6-abril-2020-enfer

La pandemia del coronavirus COVID-19 ha dejado al descubierto una alarmante realidad: la falta de inversión en personal de enfermería.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce específicamente en un nuevo informe la valía de estos profesionales al afirmar que su contribución es decisiva para alcanzar “las metas nacionales y mundiales relacionadas con una serie de prioridades sanitarias”, como “la cobertura sanitaria universal, la salud mental y las enfermedades no transmisibles, la preparación y respuesta ante emergencias, la seguridad del paciente y la prestación de atención integrada centrada en la persona”.

Y así también lo admite la máxima autoridad de la Organización, su director general, al destacar que el personal de enfermería “es la columna vertebral de cualquier sistema de salud”.

“Hoy en día, muchas enfermeras se encuentran en primera línea en la batalla contra Covid-19”, dijo el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus. “Este informe es un claro recordatorio del papel único que desempeñan, y una llamada de atención para asegurarse de que reciben el apoyo que necesitan para mantener un mundo saludable”.

El informe sobre la Situación de la Enfermería en el Mundo, en el que participaron la cifra récord de 191 países y fue elaborado juntamente con el Consejo Internacional de Enfermeras y la campaña mundial Nursing Now, insta a los Gobiernos y a todas las partes interesadas a actuar en tres áreas.

  • Invertir en la aceleración intensiva de la educación que sirva para atender las necesidades mundiales, cubrir la demanda nacional y responder a tecnologías que evolucionan constantemente y a modelos avanzados de atención sociosanitaria integrada
  • Generar al menos seis millones de nuevos empleos en el sector para 2030, especialmente en los países de ingresos bajos y medianos, para compensar la escasez prevista
  • Fortalecer el liderazgo de los profesionales de la enfermería para garantizar que sean influyentes en la formulación de normas del ámbito de la salud, en la adopción de decisiones, y contribuyan a la eficacia de los sistemas de atención sociosanitaria.

El estudio indica que actualmente hay alrededor de 28 millones de enfermeros en todo el mundo que suponen “el grupo ocupacional más numeroso del sector de la salud, ya que representa aproximadamente el 59% de las profesiones sanitarias”.

Estos 27,9 millones de profesionales se reparten entre 19,3 millones (69%) de enfermeros y enfermeras profesionales, 6 millones (22%) de auxiliares de enfermería y 2,6 millones (9%) que no se incluyen en ninguno de los dos grupos.

Falta personal de enfermería….

Sin embargo, y pese al aumento de 4,7 millones de profesionales entre los años 2013 y 2018, el informe señala que faltan unos 5,9 millones de enfermeras y enfermeros principalmente en países de las regiones de África, Asia Sudoriental, el Mediterráneo Oriental y en algunos países de América Latina.

“El 89%, alrededor de 5,3 millones de esa escasez de puestos se concentra en los países de ingresos bajos y medianos-bajos, donde el crecimiento en el número de profesionales de la enfermería apenas sigue el ritmo del crecimiento demográfico”.

Otro aspecto destacado del estudio es que más del 80% de las enfermeras del mundo trabajan en países que albergan a la mitad de la población mundial y la gran movilidad que comporta su trabajo ya que uno de cada ocho practica en un país distinto al que nació o recibió formación.

Este conjunto de obstáculos hace afirmar a la Organización Mundial de la Salud que el personal de enfermería en todo el mundo no guarda proporción con el necesario para lograr la cobertura sanitaria universal y las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.

UNA PROFESIÓN PREDOMINANTEMENTE FEMENINA

Según el informe, alrededor del 90% del personal de enfermería son mujeres, pero este dato contrasta con los muy pocos puestos directivos ocupados por enfermeras. Sin embargo, quedó de mostrado que cuando en los países se permite que las enfermeras asuman una función directiva, las condiciones de este colectivo mejoran.

Recomendaciones a los países:

  • Incrementar la financiación para formar y emplear más profesionales.
  • Fortalecer la capacidad de recopilar y analizar datos sobre el personal de enfermería y tomar las medidas conexas pertinentes.
  • Supervisar la movilidad y migración del personal de enfermería y gestionarla con responsabilidad y de forma ética.
  • Ofrecer a los futuros profesionales formación teórica y práctica en las competencias científicas, tecnológicas y sociológicas que necesitan para avanzar en la atención primaria de salud.
  • Establecer puestos de liderazgo, en particular de funcionario jefe de los servicios públicos de enfermería, y apoyar el fomento del liderazgo entre los profesionales jóvenes.
  • Velar por que el personal de enfermería de los equipos de atención primaria de salud pueda llegar a desplegar todo su potencial, por ejemplo, en la prevención y atención clínica de las enfermedades no transmisibles.
  • Mejorar las condiciones de trabajo, en particular mediante niveles seguros de dotación de personal, sueldos justos, y el respecto del derecho a la seguridad y salud en el puesto de trabajo.
  • Aplicar políticas de personal que tengan en cuenta los aspectos de género.
  • Modernizar la reglamentación profesional armonizando las normas de formación y del ejercicio de la enfermería, y utilizando sistemas que permitan reconocer y tramitar las credenciales en todo el mundo.
  • Fortalecer la función del personal de enfermería en los equipos de atención uniendo los diferentes sectores (salud, educación, inmigración, finanzas y trabajo) con las partes interesadas para un diálogo de políticas y la planificación de la fuerza de trabajo.

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