CORONAVIRUS, EXHIBIÓ DEFICIENCIAS DE LA IMPARTICION DE JUSTICIA EN PUEBLA
La pandemia del Covid-19, no solo ha provocado una crisis de salud y económica en el país, sino que ha provocado un abandono parcial y en otros casos total, en cuestión de procuración e impartición de justicia.
Puebla es ejemplo de ello, estado donde el Covid-19 ha dejado al descubierto las deficiencias con las que se cuenta en la procuración e impartición de justicia, y por ende se ha contribuido en el crecimiento de los índices de la delincuencia, impunidad, así como en actos de corrupción.
El Covid-19 ha sido el pretexto idóneo para retrasar la impartición de justicia en todos sus rubros en el estado, dejando los derechos de lado y generando que gran parte de la sociedad desconfié más aun en sus autoridades encargadas de ello, ya que, por el momento, única y exclusivamente, nuestras autoridades, se han convertido en oyentes sin ninguna intención de acción.
En materia penal, la fiscalía del estado ha tomado como pretexto la pandemia, para retrasar aún más los asuntos, ya sean nuevos o los que se tramitaban antes del distanciamiento social, ya que, para no atender, de plano fijan fechas de atención hasta mediados de junio si bien les va…
Cínica y abiertamente te comentan, “lo sentimos, por la pandemia todo se ha retrasado, y solo damos prioridad a los asuntos de FLAGRANCIA CON DETENIDOS…” es decir, que, si eres víctima de un delito y no detienen al delincuente, tu labor como ciudadano, es aguantarte hasta que la procuración de justicia tenga horario de atención, pasando la pandemia…
Mientras en otros estados han empezado a implementarse labores e impartición de justicia de forma digital y virtual, en Puebla, siguen con su libro o libreta de atención, esperando que la pandemia, permita retomar labores de forma cotidiana y normal, mientras en otros estados la acción de justicia ha empezado a adaptarse a las circunstancias.
Los retrasos tecnológicos, la poca capacitación y actualización jurídica a los nuevos tiempos son evidentes en Puebla, y han mermado la procuración e impartición de justicia, y, por ende, contribuirán al caos social que se avecina, ante la omisión y el poco interés de las autoridades en atender un tema relevante, como lo es la búsqueda de un estado de derecho y justicia.
En estos tiempos de crisis de salud, para no retrasar la procuración e impartición de justicia, el estado debe de buscar las formas idóneas y tecnológicas que permitan, no solo denunciar un delito, sino continuar con el procedimiento de forma ágil, ya que, de no hacerlo, el colapso en el sistema será evidente. En este tiempo de crisis, todos los juzgados de todas las materias deben de implementar métodos tecnológicos que permitan recibir promociones, acordar promociones, y en su defecto resolver los asuntos. Ya es tiempo de implementar audiencias virtuales, y procedimientos digitales que permitan dar continuidad a toda clase de juicios.
Los delitos no se detienen, los actos jurídicos que ameritan atención no se detienen por una pandemia, y por ello no se pueden seguir dando el lujo en el estado de no hacer nada, o ser simplemente funcionarios públicos encargados de dar informes y probables fechas de atención, ya que de seguir como vamos, insisto, el colapso en el sistema judicial será total en el estado.
Hoy en Puebla, se ha exhibido la deficiencia de nuestras autoridades para poder procurar e impartir justicia, teniendo todas las herramientas tecnológicas al alcance para ello, hoy por hoy, esta pandemia ha exhibido que, en el estado de Puebla, estamos muy rezagados en comparación con otros estados en cuestión de inversión e interés en el tema de procuración e impartición de justicia.
Hoy Puebla, se ha convertido en un ejemplo tangible de lo que pasa cuando no existen las herramientas y las ganas de trabajar en un tema relevante, como lo es la procuración e impartición de justicia.
En Puebla ya es tiempo de avanzar y caminar junto a la tecnología en cuestión legal, y en vez de esperar a que la pandemia pase, se debe de implementar de forma inmediata la justicia digital y virtual.