Con la polémica desatada por la rifa del avión presidencial de la cual pretende el presidente obtener 3 mil millones de pesos a través de la venta de 6 millones de cachitos a un valor de 500 pesos cada uno, y que como se ha explicado es un fraude, tenemos que hacer números:

Tomando como base que somos alrededor de 120 millones de mexicanos, 6 millones representan sólo el 5% de la población y con la cual se pretenderá decir que “todo México” estuvo de acuerdo en celebrar este acto de corrupción, pero en la realidad, aún es menor, ya que se pretende en una cena el día de hoy entre el presidente López Obrador con cien empresarios, obviamente de los más fuertes del país, a los cuales intentará “seducir” por medio de algún estímulo fiscal o algún beneficio para que cada uno de ellos aporte la cantidad de 20 millones de pesos, lo que al multiplicarse representa la recaudación de 2 mil de los 3 mil millones que pretende, es decir les pondrá a la venta 40 mil boletos a cada uno, esto no solo para asegurarse la recaudación necesaria, sino que además los volverá cómplices del fraude y con la finalidad de que se vuelvan parte del círculo de poder y al mismo tiempo de exclusión.

Si no estás conmigo, estás contra mí; la amenaza se cierne sobre los empresarios que no sientan ganas de cooperar, logrando así un vicio en la voluntad de cualquier contrato, la modificación de las leyes para atacar a los empresarios en materia fiscal será uno de los instrumentos a utilizar para amenazar a los mismos a ser parte de este accionar. Además 40 mil boletos aseguran una porción mayor de probabilidad de obtener los premios los cuales casualmente serán 100, ¿uno para cada empresario? Y los cuales decidirán si los venden, los reparte o se los quedan entre su plantilla de trabajadores, que siendo un donativo para la causa, es totalmente deducible.

Los otros dos millones de boletos están garantizados entre la plantilla de funcionarios públicos, los cuales exceden a los dos millones, los que de manera voluntaria o voluntariamente a fuerza, cubrirán cada uno su boleto de 500 pesos obteniendo un mil millones, el restante de lo que se pretende recaudar. Esto sin contar a los simpatizantes y aun creyentes del gobierno actual. Es decir, con dos millones 100 personas, lo que representa apenas el 1.6% de la población, se pretende justificar el financiamiento privado disfrazado de rifa que pretende el gobierno federal y que dirá que “todo México” lo quiso.

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