LOS DATOS QUE AMLO Y SU GOBIERNO NO QUIEREN QUE SEPAS
20 meses han transcurrido desde que AMLO tomó protesta como presidente de México, bastaron 20 meses para que el país colapsara, y no hablaremos de los datos que el señor no reconoce ni hablaremos de los datos que siempre atribuye al pasado, hablaremos de los datos del presente, los datos duros que se niega el Gobierno Federal a reconocer, pero que existen en números y que existen en una realidad tangible, que se vive día a día en los hogares de cada casa.
De enero a Julio del 2020, se han perdido más de dos millones y medio de trabajos, y por más que el presidente anuncia como un gran logro, la generación (por parte de los empresarios) de 25,000 nuevos empleos en agosto en el país, lo cierto es que, en el rubro laboral, estamos hablando de que su gobierno es un fracaso.
Más del 55% de pequeñas y medianas empresas, están tronando (cerrando ante crisis), eso significa que, en el rubro de inversión y generación de empleos, estamos al borde de un colapso.
Tenemos más de 56000 fallecidos (registrados, ya que los números y la realidad arrojan más de 200 mil fallecidos) a consecuencia del covid-19, más de medio millón de infectados (solo los registrados, ya que se estima que existan más de 3 millones de infectados), menos del 1% de realización de pruebas para detectar el Covid-19, y sobre todo, de esos más de medio millón de personas infectadas, menos del 10% a recibido la atención adecuada y científica y medicamente hablando.
De enero a Julio del 2020 casi llegamos a los 40000 homicidios dolosos.
Se han cometido más de dos millones de delitos a nivel nacional, sin contar los delitos, no denunciados, situación que demuestra que, en materia de seguridad, el gobierno es un fracaso, demostrándose que la pandemia no fue motivo para la disminución de la delincuencia organizada.
Más del 75% de los contratos gubernamentales han sido directos a empresas de reciente formación, con sociedades indirectas, o en su defecto con los mismos empresarios de siempre, pero que ahora decidieron apechugar con el actual gobierno.
Pemex, la Comisión Federal de Electricidad y la Comisión Nacional del Agua, están en números rojos por no decir con pérdidas totales.
Existe una perdida alarmante de millones de dólares a consecuencia de las penalizaciones generadas y provocadas por las cancelaciones de proyectos ya comprometidos, penalizaciones escondidas mediáticamente, pero reales en tribunales nacionales e internacionales.
Se han retirado todos los apoyos médicos para las enfermedades como el cáncer, la diabetes, así como los apoyos a diferentes organizaciones o instituciones que brindaban apoyo a ciertos sectores.
Se han impuesto funcionarios sin conocimientos técnicos y profesionales en diversas áreas, hecho que demuestra la ignorancia y desconocimiento en la toma de decisiones a nivel nacional.
Ha aumentado el huachicoleo a nivel nacional, ha aumentado la trata de blancas, han aumentado los feminicidios, el secuestro, las ejecuciones, los fraudes, y el robo de autotransporte y mercancía.
El país vive una división social de una magnitud vergonzosa, impulsada por el mismo gobierno federal, históricamente no vista desde 1910.
Se han perdido casi el 85 % de todas las reservas nacionales.
Tenemos un PIB menor al 8%
Se ha aumentado la gasolina, la luz y el gas.
Se han respetado los contratos de privatización del agua, y se han cedido ciertos canales de distribución de nuestra agua al extranjero.
Tenemos un próximo colapso en procuración e impartición de justicia.
Tenemos un inminente y no ocultable colapso en el sistema económico.
¿Cuál fue el cambio? 20 meses han bastado para destruir un país, que, aunque no se encontraba donde debería de estar en el 2018, se encuentra al borde de un colapso social, provocado, y avalado por el mismo gobierno federal.
Hablemos directo, las políticas socialistas del presidente, en 20 meses han sido un fracaso, los caprichos, necedades, incompetencias y negligencias del actual gobierno, no solo ha representado la muerte de miles de mexicanas y mexicanos, sino que se ha convertido en números desconocidos y datos no reconocidos y aceptados, que exhiben un futuro nada alentador para un país que, económica y socialmente hablando, se formó con esfuerzo, sangre y convicción.
Bastaron 20 meses, para destruir lo poco o mucho que se había logrado, hemos retrocedido en todos los sentidos, sin embargo, gracias a la corrupción de la política previa y actual, el sentir nacional se ha convertido un nudo de sentimientos encontrados, encerrado en una olla de presión.
Perdón querido lector, pero de seguir las cosas al ritmo que van con las políticas implementadas, no creo que se lleguemos al 2024.