El gobierno socialista de Morena, está acabando con México

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El Movimiento Regeneración Nacional, conocido como Morena, surge en un contexto histórico marcado por el descontento social y la búsqueda de alternativas políticas en México. Fundado en 2014 por Andrés Manuel López Obrador (AMLO), el partido se posiciona como una respuesta a la insatisfacción popular con los gobiernos anteriores, en particular, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido Acción Nacional (PAN). El ascenso de Morena se consolidó en las elecciones de 2018, cuando López Obrador ganó la presidencia con un discurso centrado en la lucha contra la corrupción, la pobreza y la desigualdad social.

Las promesas de campaña de AMLO incluían una transformación radical en la forma de gobernanza, donde se priorizarían los intereses del pueblo sobre las élites. El enfoque en el socialismo, visto como un medio para lograr justicia social, ha sido un pilar fundamental en su narrativa política. Este enfoque también se traduce en políticas públicas que pretenden redistribuir la riqueza y garantizar el acceso a servicios básicos para los ciudadanos más vulnerables. Entre sus principales propuestas se encuentran programas sociales diseñados para reducir la pobreza y fomentar el desarrollo regional.

Sin embargo, la ideología socialista del gobierno de Morena ha suscitado opiniones divididas. Por un lado, algunos ciudadanos ven en estas políticas una oportunidad para mejorar sus condiciones de vida y acceder a bienes y servicios que antes eran inaccesibles. Por otro lado, críticos argumentan que la implementación de estas políticas podría perjudicar la estabilidad económica y alentar un estado de dependencia hacia el gobierno. El impacto de esta ideología en la administración pública se manifiesta en diversas áreas, incluidas la educación, la salud y la economía, donde se busca una mayor intervención estatal en beneficio de la población.

El gobierno socialista de Morena ha implementado diversas políticas económicas que han generado un amplio debate sobre su impacto en la economía mexicana. Desde el inicio de su administración, se ha observado una notable disminución en la inversión extranjera, que es crucial para el crecimiento de cualquier economía. Según datos del Banco de México, la inversión extranjera directa ha mostrado una tendencia a la baja, lo que podría ser un indicativo de la falta de confianza de los inversionistas en el entorno económico actual. Esto ha llevado a un estancamiento en el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), que se ha visto afectado por la incertidumbre política y económica.

Los expertos en economía han expresado preocupaciones sobre cómo estas políticas han influido en la generación de empleos. A pesar de los esfuerzos por crear nuevas oportunidades laborales, el desempleo sigue siendo un tema preocupante. Las proyecciones de crecimiento económico han sido revisadas a la baja, lo que ha generado dudas sobre la capacidad del gobierno para manejar la crisis laboral generada por la pandemia y la falta de inversión sostenida.

Otro aspecto relevante es el aumento del índice de pobreza en el país. Los programas sociales implementados por el gobierno han tenido un enfoque en la distribución de recursos, pero numerosos estudios muestran que la pobreza extrema ha aumentado. Esta situación ha llevado a cuestionar la efectividad de las políticas sociales en la lucha contra la pobreza. Por ejemplo, se han implementado programas de apoyo económico, pero muchos ciudadanos aún enfrentan dificultades para satisfacer sus necesidades básicas, evidenciando la compleja realidad económica que vive una gran parte de la población.

SIENDO IMPORTANTE SEÑALAR Y RECALCAR, QUE LOS FRAUDES Y ROBOS AL ERARIO DE LA NACION SE HAN HECHO EVIDENTES…Dependencias robadas literalmente, proyectos e inversiones inexistentes, amen, de incrementarse el nepotismo y corrupción de una forma cínica y sin precedentes..

Desde la llegada de Morena al poder en México, la inseguridad y la violencia han cobrado un grado de preocupación significativo entre la población. Durante este periodo, el crimen organizado ha experimentado un aumento notorio, lo cual se refleja en las estadísticas de homicidios. En los primeros tres años del gobierno, se registraron cifras alarmantes que apuntan a un incremento en los delitos violentos, lo que ha puesto en entredicho la efectividad de las estrategias de seguridad pública implementadas.

Una de las principales políticas anunciadas por la administración de Morena fue la creación de la Guardia Nacional. Si bien esta fuerza se concebía como un remedio a la crisis de seguridad, varios análisis sugieren que su implementación ha sido insuficiente para frenar la escalada de violencia. La coordinación entre diversas fuerzas de seguridad y la falta de recursos adecuados para entrenar y equipar a los agentes ha presentado desafíos considerables. La percepción de inseguridad entre los ciudadanos ha ido en aumento, con muchas comunidades sintiendo que las medidas implementadas no han solucionado los problemas existentes.

Más allá de las estadísticas crudas sobre el crimen, es crucial señalar el impacto de las políticas sociales y económicas del gobierno en esta crisis de seguridad. La desigualdad económica, la falta de oportunidades y el acceso limitado a servicios básicos influyen en la propensión de las personas a involucrarse en actividades delictivas. A medida que el gobierno se enfrenta a la disyuntiva de abordar las causas subyacentes de la violencia mientras lidia con la manifestación del crimen organizado, el desafío se torna aún más complejo.

Lo cierto y evidente, es que México se ha convertido en un narcoestado, un gobierno de corrupción, un gobierno con nexos en el crimen organizado, lo que ha mermado el crecimiento y suma a diario en la desestabilización en todo el país.

Por consiguiente, la crisis de seguridad durante el gobierno de Morena no solo se manifiesta en una mayor incidencia de delitos, sino también en la creciente desconfianza de la ciudadanía hacia las instituciones encargadas de proteger sus derechos. Esta situación requiere un enfoque multifacético que considere tanto las medidas inmediatas de seguridad pública como las políticas de desarrollo social y económico a largo plazo.

El gobierno socialista de Morena ha generado un intenso debate sobre el futuro político y social de México. La continuidad de las políticas implementadas por este partido puede definir el rumbo del país en varios aspectos cruciales. En términos de derechos humanos, la administración ha enfrentado críticas por su respuesta a la violencia y la impunidad, lo que ha llevado a organizaciones nacionales e internacionales a manifestar su preocupación. Como consecuencia, se puede prever un clima de tensión entre el gobierno y la sociedad civil, los cuales demandan una mayor protección y respeto por los derechos fundamentales.

Desde una perspectiva económica, el socialismo de Morena ha buscado un cambio en el modelo económico tradicional mexicano, priorizando programas sociales sobre estrategias económicas liberales. Sin embargo, esta transición plantea interrogantes sobre la sostenibilidad a largo plazo de estas políticas. La economía nacional ha mostrado signos de desaceleración, lo que podría continuar generando descontento entre los ciudadanos. La creación de empleo y el crecimiento económico son desafíos que el gobierno necesitará abordar para garantizar el bienestar social y mejorar la calidad de vida de los mexicanos.

La seguridad también emerge como una de las grandes preocupaciones de la ciudadanía. La lucha contra el crimen organizado y la violencia en las calles son temas que no han encontrado solución efectiva hasta el momento. Si las políticas actuales persisten, podríamos esperar una profundización de la crisis de seguridad, afectando la confianza de los ciudadanos en el gobierno. Una oposición activa y organizada podría jugar un papel fundamental en este contexto, así como la movilización de la sociedad civil, que busca defender sus derechos y exigir rendición de cuentas.

Por ello concluyo desde mi perspectiva política y social, que México se esta desmoronando, sus instituciones están derrotadas y sin pies y cabeza, la justicia es ya solo una fantasía, la corrupción y la delincuencia han cooptado todo un país, el socialismo de MORENA, se esta acabando al país, y si no se hace nada, oiga muy bien, en menos de 3 años, la crisis será inaguantable en cada hogar, la crisis en la iniciativa privada será insostenible y por ende, el desempleo generara un caos, mas aun, si tomamos en cuenta, que en dos año, no habrá reserva en el erario, todo estará en resguardo privado de los actores políticos en turno..

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