ONU CONSIDERA POCO CREÍBLE EL COMPROMISO DE LOS PAÍSES CON LA PROHIBICIÓN DE LA TORTURA
En un informe presentado este lunes ante el Consejo de Derechos Humanos, *el relator especial sobre la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, Nils Melzer consideró que, ante las denuncias de este tipo de abusos, la mayoría de los Estados están a la defensiva, muestran evasivas o reaccionan de manera despectiva.
“Aunque las reacciones de los gobiernos ante las denuncias y peticiones que se les transmiten van desde el silencio total hasta un rechazo agresivo, el desmentido sin fundamento, la obstrucción burocrática e incluso formas sofisticadas de simulación, el punto en común de todas estas pautas es que garantizan la impunidad de los torturadores y privan a las víctimas de la reparación y la compensación”, razonó.
Durante la exposición de su informe, Melzer afirmó que, con base en unas 500 comunicaciones oficiales enviadas a los Estados entre 2016 y 2020, el 90% de las respuestas no cumplieron sistemáticamente las normas de cooperación exigidas por el Consejo de Derechos Humanos.
“A lo largo de los años, nueve de cada diez denuncias de tortura y malos tratos remitidas oficialmente a los gobiernos de todas las regiones del mundo fueron completamente ignoradas o no se obtuvo una respuesta que permitiera prevenir, investigar o reparar eficazmente la violación en cuestión”, alertó.
Los gobiernos ignoran las solicitudes de visitas de los relatores
Melzer añadió que se produce una falta de colaboración similar cuando los relatores especiales solicitan visitas oficiales a países, especialmente a las naciones con informes de frecuentes casos de tortura y malos tratos.
“Cerca del 80% de nuestras solicitudes de visitas a países son ignoradas, pospuestas o rechazadas por los gobiernos. Esto nos ha impedido llevar a cabo visitas de monitoreo independientes donde más se necesitan”, destacó.
Agregó que esta situación se produce incluso con Estados que cursaron invitaciones permanentes a los expertos de la ONU y que posteriormente ignoran o rechazan las solicitudes de visitas a sus países, incumpliendo sus propios compromisos.
“La prohibición absoluta y universal de la tortura y los malos tratos no es una especie de eslogan declarativo que se repite y celebra de forma rutinaria en las conferencias internacionales, sino que requiere inevitablemente la determinación política de tomar decisiones difíciles y el valor de enfrentarse a verdades incómodas, no en otro lugar, sino justo en casa”, apuntó.
Melzer recomendó a la Oficina de la Alta Comisionada liderar un proceso en el que participen múltiples partes interesadas y que sirva para identificar unos criterios genéricos pactados para evaluar y mejorar la eficacia de la interacción de los Estados con los procedimientos especiales en todas las áreas de su trabajo, en particular en lo que respecta a las comunicaciones oficiales, las visitas a los países y los informes temáticos.
*El relator especial sobre la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes forma parte de lo que se conoce como Procedimientos Especiales del Consejo de Derechos Humanos.
Los Procedimientos Especiales, el mayor órgano de expertos independientes del sistema de derechos humanos de la ONU, es el nombre general de los mecanismos independientes de investigación y supervisión del Consejo que se ocupan de situaciones específicas de países o de cuestiones temáticas en todo el mundo. Los expertos de los Procedimientos Especiales trabajan de forma voluntaria; no son personal de la ONU y no reciben un salario por su trabajo. Son independientes de cualquier gobierno u organización y prestan sus servicios a título individual.