QUE ES EL MODELO CENTINELA Y PORQUE FALLO EN MÉXICO

Seguramente te has preguntado ¿Qué es el modelo centinela?, a la par de preguntar si el modelo centinela ocupado por la SSA en México fue o no correcto.

Pues bien, el modelo CENTINELA es un modelo implementado por la Organización Mundial de la Salud, (OMS), que sirve para medir y pronosticar cifras en cuestión de enfermedades.

Las redes centinelas sanitarias son cada vez más utilizadas en el estudio de problemas relacionados con la salud, ya que es la manera más eficaz de recopilar datos oportunos y de buena calidad. Se lleva a cabo normalmente con la vigilancia basada en indicadores e incluye recopilar datos de un número limitado de sitios de vigilancia de manera sistemática y rutinaria. Lo ideal es que los sitios se elijan a fin de que sean representativos de la población para que la información recopilada pueda aplicarse a la población en su totalidad.

Si hay interés en estimar la carga de una enfermedad, hay que tener en cuenta varios aspectos:

La incidencia basada en la población, es decir, el número de casos nuevos de una enfermedad por 100.000 habitantes, es la manera clásica de expresar la carga. Para eso se necesita la capacidad para contar o estimar de manera fiable el número de casos que se producen en un año y el tamaño de la población que en general acude al establecimiento donde funciona el centro centinela para recibir atención.

Al seleccionar sitios para la vigilancia cuando se desea estimar la carga de enfermedad, hay que tener en cuenta los factores que se señalan a continuación.

DISPONIBILIDAD DE DATOS FIDEDIGNOS DEL NUMERADOR

Capacidad para captar todos los casos que cumplen la definición de caso o calcular de manera fiable

la fracción captada. Eso tal vez no sea factible, por ejemplo, en centros de atención terciaria muy

grandes, concurridos y caóticos.

Volumen adecuado de pacientes. Es igualmente importante que un establecimiento tenga un volumen suficiente de pacientes para que los datos de vigilancia sean significativos. En consecuencia, posiblemente se necesite examinar los registros para calcular el número de pacientes con IRAG atendidos en el establecimiento a lo largo del año.

DISPONIBILIDAD DE DATOS ÚTILES DEL DENOMINADOR

Es necesario tener denominadores demográficos para la zona de captación del centro centinela cuando se calcula la carga de enfermedad a partir de la incidencia en la población.

Cuando no se conocen los denominadores demográficos, la proporción de los ingresos por IRAG entre todos los ingresos del establecimiento por semana o mes, reflejará la carga de IRAG para el sistema de atención de salud.

La proporción de enfermedades asociadas, como neumonía u otras enfermedades respiratorias, causadas por influenza, reflejará la carga de enfermedad.

NÚMERO DE SITIOS Y AMPLIACIÓN DEL SISTEMA

No hay un número mínimo ideal de centros centinela para la vigilancia de la IRAG. Eso se debe a la gran variabilidad del tamaño de la población nacional, la variación en la distribución geográfica de poblaciones y grupos étnicos y las variaciones climáticas y geográficas en muchos países.

Ahora bien, de acuerdo a la Sociedad Española de Salud Pública y Administración, una red centinela sanitaria es un sistema de información orientado a la vigilancia en salud pública e investigación epidemiológica, basado en la colaboración voluntaria de profesionales sanitarios de atención primaria, para el estudio de la frecuencia de las enfermedades y los determinantes de la salud.

LOS OBJETIVOS DE UN MODELO O RED CENTINELA SANITARIA SON:

  • ­ El estudio de las enfermedades y los problemas de salud.
  • ­ El estudio de los determinantes de las enfermedades.
  • ­ Servir de sistema de alerta en procesos bajo vigilancia.
  • ­ La evaluación de las medidas preventivas, diagnósticas, terapéuticas y de los modos de intervención.
  • ­ La promoción de la investigación epidemiológica en atención primaria.
  • ­ La normalización de indicadores que permitan la comparación interregional e internacional.

COMPOSICIÓN DE UNA RED CENTINELA SANITARIA

De manera general, una red centinela sanitaria debe estar compuesta por médicos y pediatras de atención primaria, y para muchos de sus objetivos, por el personal de enfermería. El profesional debe de ser sanitario o sociosanitario y tener acceso directo al conjunto de la población. Pueden formar parte de redes centinelas sanitarias otros profesionales que desarrollan su trabajo en el ámbito de la atención primaria (planificación familiar, salud mental, farmacia etc.), de manera paralela o integrada.

COMO SE TRABAJA O EJECUTA EL MODELO CENTINELA

El muestreo recomendado es un muestreo estratificado, en el que los estratos se construyen con un análisis de conglomerados de zonas sanitarias (u otra delimitación sanitaria similar), urbanas y rurales separadamente. No obstante, cada red deberá tener en cuenta las características sociodemográficas de su población para construir los conglomerados.

La primera fase consistirá en realizar un análisis de conglomerados para agrupar las zonas sanitarias en un número adecuado de estratos rurales y urbanos. Para ello, se utilizan las zonas básicas de salud. Se seleccionan variables relacionadas con aspectos sanitarios, sociales y demográficos de la zona con el fin de crear diferentes perfiles de población. La estructura de edad y la dispersión de la población son las únicas variables consideradas imprescindibles para la diferenciación entre estratos. Se pueden considerar otras variables, como la accesibilidad al sistema de salud, la proporción de población inmigrante, la población atendida por profesional, la proporción de trabajadores por sector laboral etc., para la construcción de los estratos.

Para facilitar la detección de todos los casos posibles de de infección respiratoria aguda grave (IRAG)  o de todas las muertes por esta causa, se recomienda la búsqueda activa de casos usando diversas fuentes de datos de hospitales. La Clasificación Internacional de Enfermedades, Décima Revisión (CIE-10), puede servir de referencia. Las infecciones de las vías respiratorias superiores se clasifican de J00 a J06, en tanto que la influenza, la neumonía y otras infecciones de las vías respiratorias inferiores se clasifican de J09 a J18 y de J20 a J22.

Hay que cerciorarse siempre de que el caso se encuadre en la definición de caso de IRAG. Por ejemplo, hay que confirmar que un paciente hospitalizado con bronquitis tenga antecedentes de fiebre o fiebre medida ≥ 38 C° y tos. Además, se pueden consultar los códigos de la CIE-10 para complementar los datos recopilados mediante la vigilancia centinela a fin de tener una mejor noción de la situación de las infecciones respiratorias en el país.

LOS DATOS ESENCIALES QUE DEBEN PROPORCIONARSE SON LOS SIGUIENTES:

  • Sexo del paciente
  • Edad del paciente
  • Fecha de inicio de la fiebre
  • Factores de riesgo y/o comorbilidades
  • Presencia o ausencia de una muestra respiratoria
  • Agente causal identificado

Esta información debe proporcionarse de inmediato tras la detección de un caso. Deben notificarse todos los pacientes hospitalizados que se cumplan en la definición de caso de IRAG, aunque no se haya obtenido una muestra. A medida que se va recopilando más información, hay que ingresarla en el formulario o en la base de datos cuanto antes. Una vez ingresados todos los elementos clínicos, epidemiológicos y resultados de laboratorio, hay que completar el destino del paciente (alta o fallecido) para cerrar el caso en el sistema de información.

La vigilancia centinela de infección respiratoria aguda grave (IRAG) es más eficaz cuando a los casos se les realizan pruebas de laboratorio para virus respiratorios. Cuando se combina con las pruebas de laboratorio, la vigilancia sindrómica, tanto de enfermedad leve como grave, contribuye a comprender el espectro completo de enfermedad vírica respiratoria, incluidas las diferencias en la epidemiología de diversos tipos y subtipos del virus de influenza, los factores que influyen sobre los individuos a mayor riesgo de tener enfermedad grave, y el impacto que las IRAG están teniendo en los sistemas de salud.

Lo ideal es tomar muestras respiratorias a todos los pacientes del sitio centinela. De no ser factible, hay que adoptar una estrategia de muestreo para la selección de pacientes a los que se les tomarán muestras. Es importante que los casos se seleccionen de una manera que reduzca el sesgo al mínimo para que los datos recopilados ilustren con exactitud la distribución de los factores de riesgo, el impacto de las IRAG en los diferentes grupos etarios, el patrón general de la enfermedad y que puedan extrapolarse al número total de casos que se presentan en busca de atención.

En general, cuanto mayor sea la proporción de casos de IRAG de los cuales se obtengan muestras clínicas para pruebas virológicas, menor será el sesgo. Sin embargo, el número total de pacientes seleccionados para pruebas virológicas dependerá tanto de la capacidad del establecimiento para procesar, almacenar y enviar muestras como de la capacidad del laboratorio para procesar, almacenar y analizar las muestras.

ETAPAS:

  1. Separar las zonas básicas de salud (ZBS) rurales de las urbanas.
  2. Obtener las variables de cada ZBS para el análisis de conglomerados: distribución de edad y sexo, y complementariamente, la accesibilidad al sistema de salud, la proporción de población inmigrante, la población atendida por profesional, la proporción de trabajadores por sector laboral, etc.
  3. Realizar un análisis de conglomerados de las ZBS separadamente para el medio rural y urbano. Se obtendrán H conglomerados (C1, C2…CH) entre rurales y urbanos, en los cuales la población de cada conglomerado Nj es igual a la suma de las poblaciones de todas las demarcaciones sanitarias que forman ese conglomerado.
  4. Considerando cada conglomerado Cj como un estrato con nj demarcaciones sanitarias, se extrae una muestra aleatoria simple sj de las nj demarcaciones sanitarias, de tal modo que se mantenga constante la fracción de muestreo en cada estrato fj = nj/Nj.
  5. Cada profesional sanitario, responsable de cada demarcación sanitaria en la muestra n, formará parte de la muestra de la red centinela.

REPRESENTATIVIDAD

La representatividad de la muestra depende del grado de validez y la precisión de ésta. Se entiende que la población cubierta por una red centinela sanitaria debe ser lo más representativa posible de la población de referencia en la que se generalizan los resultados.

Población. Como en cualquier ejercicio de cálculo de una muestra, su tamaño será función de la varianza poblacional de la variable objeto de estudio y del error máximo que se permite el investigador. Con estas premisas, y considerando que una red centinela va a estudiar y estimar muy diferentes variables e indicadores con una gran diversidad en sus varianzas poblacionales, es difícil hacer una aproximación estadística al tamaño ideal que debe tener una red centinela.

ANÁLISIS E INTERPRETACIÓN DE LOS DATOS

La finalidad del monitoreo y la evaluación de los sistemas de vigilancia es que los datos recopilados sean de buena calidad, que el sistema esté cumpliendo los objetivos enunciados y que esté funcionando de la forma prevista. Es importante examinar sistemáticamente los datos antes del análisis para comprobar que sean oportunos, completos y consistentes.

Una evaluación minuciosa periódica del sistema de vigilancia permite que los usuarios e involucrados directos comprendan mejor cómo está funcionando el sistema, si todos los sitios están funcionando de manera satisfactoria y en qué áreas el sistema podría beneficiarse de capacitaciones actualizadas a profesionales, de manejo y análisis de datos, u otras actividades.

Se deben tener en cuenta 2 criterios para establecer el tamaño muestral: el primero es el error máximo admisible (EMA), que no es más que el porcentaje de variación del error estándar con respecto a la proporción que se estima, con un nivel de confianza de 95%, y el segundo debe ser la disponibilidad de un número mínimo de eventos para poder describirlos y mantener la actividad centinela del profesional sanitario a lo largo del registro. La cifra del 20% de EMA, si bien es discrecional, permite mantener una precisión aceptable en el peor de los supuestos y la descripción de al menos 100 registros de la mayoría de los procesos estudiados. Aunque los EMA están entre el 10 y el 20%, hay que resaltar que la mayoría de los procesos estudiados son de frecuencia < 1%, lo que supone intervalos de confianza (IC) muy pequeños.

Como podemos ver querido lector, el modelo o red centinela, en cuestión de salud, busca reflejar por medio de pronósticos, una cifra real o más cercana a lo que se vive en cuestión salud en alguna enfermedad, epidemia o pandemia.

Aunque es importante señalar, que el MODELO CENTINELA es muy amplio, y hoy en día con la pandemia del COVID-19, a nivel mundial se busca obtener pronósticos acertados para así llegar a una estadística real.

Por ello, se concluye, que la forma de aplicar el modelo centinela por parte del gobierno federal en México, no solo fue incorrecto desde el inicio, sino que su probabilidad mal encaminada, reflejo estadísticas muy alejadas de la realidad, toda vez que aplico un modelo centinela, sin contar con los elementos básicos para ello, es decir, los datos reales recogidos desde el inicio en los hospitales, más aun, evidenciándose la errónea aplicación de dicho modelo, con el desconocimiento pleno de todo el personal de la salud, de la implementación de dicha red o modelo de análisis a nivel federal o mínimo local.

Un punto importante a analizar en el modelo centinela implementado en México, es que se ha reservado el verdadero número de pruebas realizadas, siendo este dato, importante para poder determinar, la efectividad del modelo centinela, tan es así, que se ha escondido y evitado tocar el tema de la NEUMONIA ATIPICA, cuando dicho dato, debía ser tomado como un foco rojo, al tratarse de una enfermedad respiratoria.

Como dato, se llegó a mencionar, que, hasta el 1 de abril, en todo México solo se realizaban 2 pruebas por cada millón de habitantes.

Además, se debe notificar semanalmente el total de hospitalizaciones, los ingresos en unidades de cuidados intensivos y las defunciones por todas las causas en un formulario creado con esta finalidad, estos datos se usarán como denominadores para calcular proporciones y deben recopilarse por sexo y edad.

Las tablas de datos y los gráficos deben analizarse semanalmente para evaluar las características epidemiológicas de la situación actual y compararlas. Este proceso debe abarcar lo siguiente:

  • Análisis de las tendencias a lo largo del tiempo para detectar cualquier comportamiento inusual
  • Indicación de los grupos de riesgo más afectados
  • Evaluación de la gravedad
  • Evaluación de los patrones virales para detectar posibles variaciones

El modelo o red centinela en cuestión sanitaria, es efectivo cuando se aplica de forma correcta, sin embargo, cuando se pretende aplicar un modelo estadístico con datos ficticios, provocas errores muy por encima de lo permitido, arrojando tablas y cifras erróneas que pueden conllevar a un pronóstico fallido y, por ende, se puede provocar una dilación incoherente y un evidente colapso en cuestión salud.

Recordemos que un error máximo admisible (EMA) es de un 10% o 20%, por lo mismo, no siendo lógico y coherente, anunciar que podrían existir casi 26 mil infectados del COVID-19 en México, aplicando este modelo, ya que el de entrada, el (EMA) evidenciaría su mala aplicación, tomando tan solo, los datos registrados por la misma SSA, en cuestión del COVID-19 en México.

Si duda de lo que se le menciona en esta nota, y considera que la forma de actuar por parte del gobierno federal y sus estadísticas son correctas, entonces le aconsejo leer e informarse sobre los protocolos emitidos por la OMS y las formas de actuación emitidas por la Sociedad Española de Salud Pública y Administración y el Observatorio de Salud Pública.

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