LAS PERSONAS MAYORES TIENEN EL MISMO DERECHO A LA VIDA EN CASO DE CORONAVIRUS

1-mayo-2020-viejitos

La tasa de mortalidad de COVID-19 para las personas mayores de 80 años es cinco veces más elevada que el promedio mundial para el resto de la población, dijo el viernes el Secretario General de la ONU, al lanzar una nueva iniciativa política con la que abordar este y muchos otros desafíos que enfrentan los ancianos, durante y después de la mayor crisis de salud pública que golpea al mundo en un siglo.

“Nuestra respuesta al COVID-19 debe respetar los derechos y la dignidad de las personas de edad”, dijo António Guterres al presentar la iniciativa.

En el contexto de la discriminación por edad, la autonomía para las personas mayores, las disparidades en la protección social y la atención médica durante la pandemia, así como la falta de poder de decisión, el titular de la ONU indicó que para las personas mayores la crisis está exacerbando las brechas existentes en la protección de los derechos humanos y sociales, así como los desafíos económicos”.

“Necesitamos defender ahora los derechos de las personas mayores”, dijo por su parte la experta independiente de la ONU sobre el disfrute de todos los derechos humanos por parte de las personas mayores, Rosa Kornfeld-Matte.

“La gerontofobia generalizada, el miedo a la degeneración propia y la muerte relacionada con la edad alimentan los prejuicios, la discriminación y, en última instancia, la negación de los derechos humanos en la edad avanzada”, agregó la especialista en derechos humanos.

Para Guterres es una cuestión personal

“Como persona de edad que soy, con la responsabilidad de una madre aún mayor, estoy profundamente preocupado por la pandemia a nivel personal, y por sus efectos sobre nuestras comunidades y sociedades”, dijo el titular de la ONU compartiendo sus sentimientos con los de tantos hijos y tantos ancianos.

Al mismo tiempo, señaló que las personas mayores contribuyen “inconmensurablemente” a sus familias y comunidades, sacrificando comúnmente su propio bienestar para cuidar a los demás, incluida la ayuda de hijos y nietos: “Nuestra respuesta COVID-19 debe ser consciente de todos estos asuntos y debe respetar los derechos y la dignidad de las personas mayores “.

Abordar las necesidades de las personas mayores

“Ninguna persona, joven o vieja, es prescindible”, subrayó Guterres.

El impacto en la salud y los servicios de atención a largo plazo para las personas mayores debe reconocer y enfrentar los desafíos particulares que enfrentan, incluida su capacidad para acceder a tratamiento y atención médica.

“Las personas mayores tienen los mismos derechos a la vida y la salud que todos los demás”, explicó el responsable de las Naciones Unidas. “Las decisiones difíciles en torno a la atención médica que salva vidas deben respetar los derechos humanos y la dignidad de todos”.

Y aunque el distanciamiento físico es crucial, señaló la necesidad de recordar que “somos una comunidad y todos nos pertenecemos el uno al otro”.

“Para superar esta pandemia juntos, necesitamos un aumento en la solidaridad global y nacional, y las contribuciones de todos los miembros de la sociedad, incluidas las personas mayores”, afirmó.

Esto requiere una legislación adecuada a nivel nacional, un impulso hacia una convención internacional sobre los derechos humanos de las personas mayores a nivel mundial, y una inversión sostenible en sistemas de salud, atención y protección social que garanticen la dignidad y los derechos de las personas mayores.

“A medida que buscamos recuperarnos mejor, necesitaremos ambición y visión para construir sociedades más inclusivas, sostenibles y amigables con la edad que sean aptas para el futuro”, concluyó el Secretario General.

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