LA NEGATIVA DE MÉXICO RETARDA POR TERCER DIA EL ACUERDO DE LA OPEP
Podrían eliminar a México de la OPEP
Las negociaciones de los acuerdos de reducción se retrasaron por tercer día consecutivo, aquí el punto de retraso es la negativa de México a reducir su producción, en la primera reunión, se vio prolongada por la constante salida de Rocío Nahle para preguntar a López Obrador las disposiciones que se iban dando conforme se realizaba la reunión, en su momento solicitaron a México la reducción de 400 mil barriles de petróleo diaros (bpd), para que en conjunto se redujera 10 millones de barriles de petróleo diario entre todos los países productores de petróleo que mantienen inundado el mercado con sobreproducción, y que se ve agravada por la poca demanda ahora que el mundo se encuentra paralizado por la pandemia.
Posteriormente se le pidió a México una reducción de 350 mil bdp, y el gobierno de nuestro país siguió con la negativa sin ninguna razón aparente.
México se negó y terminó saliendo de la reunión haciendo un verdadero desplante a los miembros de la OPEP, al siguiente día el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que aceptaba reducir 100 mil bpd y que tras una llamada con el presidente Trump, había llegado a un acuerdo donde EEUU reduciría la diferencia de barriles de petróleo que le correspondería a México, posteriormente Trump dijo que sí, que ahora nos ayudaría y que México pagaría después, pero no dijo cómo o que se exigió para pagar.
Sin embargo, esta negociación que anunció AMLO, debe ser aprobada por los miembros de la OPEP, pues no es solo la reducción de producción, ya que la misma es insuficiente para las condiciones de mercado actuales, en este momento se requeriría una reducción de 30 millones de bpd, si con la reducción mínima que se pidió, en especial a México, y existe una negativa, que sucederá si requiere un recorte adicional.
Esto ha provocado un enfrentamiento directo de Arabia Saudita, el mayor productor de petróleo del mundo y México, y es el único país que no ha aceptado la reducción, por lo que se ha detenido el acuerdo de la OPEP, al grado que ya se rumora que podrían expulsar a México de la organización y seguir adelante, y principalmente que Trump no puede obligar a las empresas privadas a bajar su producción, en el mejor de los casos haría una reserva estratégica de petróleo que vendería después.
NO solo se trata de marcar una postura caprichosa, se trata de buscar acuerdos para solucionar el conflicto internacional, si en este caso se radicaliza la postura y es el único país no dispuesto a negociar, sin ser uno de los mayores productores, es muy probable que se le haga a un lado.
El mercado del petróleo ha respondido de la misma manera, hubo un repunte en el precio cuando se habló de un acuerdo entre Rusia y Arabia Saudita, los mayores productores del mundo, sin embargo ante la negativa de México y el retraso en el acuerdo cayó nuevamente el precio, el viernes no operaron los mercados por la reunión de los secretarios de energía del G20, pero la incertidumbre y la negativa de México sigue afectando que se llegue al acuerdo de reducción de la producción.
El precio del petróleo mexicano lo llevó a un precio de 10 dólares por barril, es decir demasiado bajo, llegó a 16 dólares cuando se anunció el acuerdo y disminuyó después de la negativa.
Si México es expulsado de la OPEP, este precio caerá mucho más y tardará mucho en recuperar su precio, se degradará aún más su calificación en el riesgo, lo que auguraría menor inversión, un pronóstico mayor de la contractura de la economía donde la Secretaría de Hacienda de nuestro país siendo muy optimista la puso por debajo del -3% del PIB.
En otro panorama, pueden no expulsarle y aplicarle sanciones, lo que daría igual o peor consecuencias en materia económica para nuestro país, una tercera opción es que vendan petróleo por debajo del precio de la mezcla mexicana y perder en definitiva el mercado internacional, y el nacional no absorbería la producción.
México debe revalorar los puntos a favor y en contra de mantener una postura cerrada y caprichosa, ya que la reducción de producción aumentará el precio de la mezcla mexicana y aunque sea menor la producción se generará mayor ganancia que la que se espera en este momento.