Una más de las promesas de campaña que hizo el presidente Andrés Manuel es la famosa ley de amnistía, en la cual prometió o por lo menos esa era la idea que se dejó correr, de que se iban a perdonar muchos delitos para vaciar un poco el sistema penitenciario, evitar el hacinamiento en las cárceles por delitos comunes, y desde que empezó su gobierno comenzaron las ideas de crear dicha ley, ahora bien, el termino amnistía proviene del griego, lo mismo que la amnesia, significa olvido, en este caso es sobre la infracción tomada por el legislador que tiene el efecto de extinguir la acción, civil o penal y suprimir la pena ya pronunciada.

En México ya se ha aplicado la amnistía, la más reciente fue en 1994 cuando Carlos Salinas de Gortari, la aplicó para los miembros del EZLN y pobladores de Chiapas que estuvieron en ese levantamiento.

Una situación por demás evidente que fue necesaria para calmar la situación, es decir, por un evento extraordinario, no como promesa de campaña para ganar votos.

La situación real de esta ley de amnistía propuesta es que en realidad no cambia nada, no beneficia a nadie y lo que dice que perdona ya está estipulado en el Código Penal Federal, lo que significa que sólo sirve para darse cuadro, nos da atole con el dedo nuevamente.

Solo para decir que si se cumplió con la amnistía, pero que de fondo eso y nada es lo mismo, por ello es que se debe decir con todas las letras de que se trata de un FRAUDE.

El código penal federal como en todos los códigos estatales tenemos configurado el delito de Fraude, el cual se define en dicho código como el que engañar a uno o aprovechándose del error en que éste se halla se hace ilícitamente de alguna cosa o alcanza un lucro indebido, así como de definiciones de fraude específicas, entre ellas al que explote las preocupaciones, la superstición o la ignorancia del pueblo, por medio de supuesta evocación de espíritus, adivinaciones o curaciones y principalmente, el valerse del cargo que se ocupe en el gobierno, en una empresa descentralizada o de participación estatal, o en cualquiera agrupación de carácter sindical, o de sus relaciones con los funcionarios o dirigentes de dichos organismos, para obtener dinero, valores, dádivas, obsequios o cualquier otro beneficio, a cambio de prometer o proporcionar un trabajo, un ascenso o aumento de salario en tales organismos.

Lo que bien se puede aplicar a las promesas de campaña que siempre escuchamos, y que debemos entonces a exigir y denunciar el delito, no es que queramos que liberen a todos los presos, pues se violarían muchos derechos civiles, penales y humanos principalmente de las víctimas, pero tampoco que pretendan engañarnos con leyes inútiles que solo sirven de truco publicitario para convencerte a que sigas votando por ellos.

Un burdo ejemplo, pero similar a esto, es el llamado Buen Fin, en donde si comparamos precios de antes y durante el evento encontramos los mismos precios y hasta más caros, donde se simula un descuento el cual solo es de unos centavos y donde realmente solo existen promociones para que obtengas productos a crédito y que con la nueva miscelánea fiscal tampoco podrás comprar pues no puedes gastar más de lo que ganas o te multan, es decir, sólo es una manipulación de tus pocos conocimientos, de tus sentimientos y tu necesidad, para obtener un lucro, por ende un FRAUDE.

Así es la ley de amnistía, nos engaña, nos mantiene en el error para obtener un beneficio, en este caso la credibilidad en unos cuantos para perpetuarse en el poder.

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