Este lunes se realizó una votación para el cambio de la mesa directiva del Senado de la República en la que la presidencia de Martí Batres buscaba la reelección y el cambio de mesa directiva que a la postre sucedió, quedando como nueva presidente del Senado la también morenista Mónica Fernández Balboa con una votación de 33 a 29, a favor de ésta última, hecho que hizo que Batres Guadarrama explotara en contra del senador Ricardo Monreal, al que señaló públicamente de manipular la elección.

Batres en su primera reacción señaló a través de su cuenta de twitter que “No avalo los resultados de la votación en el Grupo Parlamentario de #Morena para definir la propuesta para mesa directiva del Senado.

En otro mensaje escribió “durante meses, el Senador @RicardoMonrealA, me persiguió y me combatió para sacarme de la Mesa Directiva. ¿Qué logró? Exhibirse como un político faccioso incapaz de encabezar un amplio movimiento. El riesgo es que regresemos a las épocas de cacicazgo y el poder de un solo individuo”

El hecho es que Monreal aún a pesar de las descalificaciones, hasta con cierta elegancia contestó a Batres llamando a la unidad del partido, haciendo ver y quedar mal a Batres, como alguien típico buscapleitos y que no acepta la derrota.

Ahora bien, se nota que Monreal es un viejo lobo de mar que no buscó el protagonismo, pero logró su objetivo de que no se reeligiera Batres.

Es un momento clave, pues se avecinan las elecciones de 2021, donde habrá varias gubernaturas de por medio y el papel que desempeñe la bancada morenista en el senado será parte esencial, de ahí tanto uno como otro estén buscando la mejor colocación, ya sea de forma individual o queremos pensar que también como partido.

Batres no ha sido especialmente condescendiente con las decisiones de AMLO ni de la gobernadora de la CDMX, por lo que en determinado caso tal vez no lo querían ahí como presidente de la mesa directiva.

Por su parte el presidente López Obrador dijo esta mañana al referirse a los pleitos entre Batres y Monreal “El pueblo sabe quién se preocupa y quién es un trepador, un politiquero”.  Señaló que ya pasó el tiempo en que la política era sinónimo de individualismo o de sacar provecho personal, por lo que, afirmó, ya no ayudan quienes solamente piensan en sus intereses personales y remató diciendo que Tiene que haber mística, tienen que haber convicciones, entrega total a la causa pública. No son los cargos lo que debe de importar, sino la contribución a los cambios en este caso, a la transformación del país.

Esperemos que sea así, y que no solo se busque que el senado al igual que los diputados sólo estén a su servicio.

Punto a resaltar es que Batres dirigió todos sus ataques a una persona que en teoría no estará en la mesa directiva, no atacó ni avaló a la que le sucederá en la presidencia de la mesa directiva, minimizándola de que no podrá con el encargo o porque sólo la ve como un títere de los intereses de Monreal, de cualquier forma ignorando completamente a su compañera de bancada.

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