ALFRED BERNHARD NOBEL
después de su muerte y según su voluntad, los albaceas de Nobel, liquidaron las acciones de todas las compañías de explosivos
Cada año, gracias a una inagotable herencia, personajes más destacados en la ciencia y la literatura universal, reciben de manos de la fundación nobel, un valioso reconocimiento a su actividad profesional, detrás de este galardón se encuentra una de las obras filantrópicas más notables de la historia.
En 1895, el químico sueco Alfred Bernhard Nobel, daba una profunda lección humanitaria a un mundo que avanzaba a pasos agigantados, rumbo a la producción industrial moderna y desmedida; el más grande de los magnates comerciales del siglo XIX legaba en su testamento toda la fortuna cumulada durante 30 años de fructífera labor como empresario, para distribuirla anualmente y en forma de premios “A AQUELLOS QUE DURANTE EL AÑO PRECEDENTE, HAYAN PROPORCIONADO EL MAYOR BENEFICIO A LA HUMANIDAD”.
Desde entonces, este galardón, conocido como “PREMIO NOBEL”, ha sido considerado el máximo reconocimiento internacional a la labor de científicos, literatos y hombres de paz de todo el mundo.
La razón por la que un poderoso empresario haya tomado una decisión de tal magnitud no se explica sino por un profundo sentimiento humanitario e idealista, las condiciones en que el nobel amasó su fortuna daban lo suficiente para encumbrarlo en las cimas má altas del poder, puede decirse que a finales del siglo XIX, nadie conocía mejor el negocio y el poder de las armas que Alfred B. Nobel, sin embargo, quizá por su rechazo a la vida en sociedad, nunca se envaneció de sí mismo.
Alfred Nobel, comienza a trabajar desde los nueve años de edad, en San Petersburgo, Rusia, en las fábricas de armamento que su padre el Arquitecto e inventor Emmanuel Nobel, fundara alrededor de 1840.
Apoyado por la situación privilegiada de su padre, Alfred, tiene a su alcance, con absoluta libertad, sustancias y aparatos que ninguna escuela de la época hubiera podido ofrecerle, de hecho, nunca asiste a la escuela y, aún así domina a la perfección, alemán, francés, ruso, ingles y sueco.
En su juventud, la literatura es una de sus grandes pasiones, el nobel escritor, compone numerosos poemas en lengua inglesa, obras de teatro y algunas novelas que demostraron ya en conjunto, su profundo sentimiento humanista.
Durante la guerra de Crimea (1854-1856), las industrias nobel viven su mejor momento, produciendo minas y torpedos para el bando ruso, terminada la guerra, con la victoria de la alianza franco británica, la producción de armas disminuye dramáticamente hasta que las dificultades económicas obligan a la familia a regresar a Suecia.
Habituado al manejo de explosivos, Nobel es pionero mundial al crear en Estocolmo, la primera empresa especializada en la producción de Nitroglicerina “UN PELIGROSO COMPUESTO LIQUIDO DE ALTISIMA CAPACIDAD EXPLOSIVA”, con la que logra sacar adelante a la familia, en 1864, cuando la suerte parece estar de su lado, su laboratorio vuela en pedazos y la explosión causa la muerte de ocho personas, entre ellas su hermano de 21 años.
No obstante este hecho y otras catástrofes que le sucedieron, Nobel progresa en el negocio: en 1865, funda, en Hamburgo, su primera empresa de explosivos transnacional. Paralelamente a su éxito como empresario, Nobel continua avanzando como investigador, en 1867, logra estabilizar la nitroglicerina, y esto le permite empaquetarla en cartuchos, el invento es patentado con el nombre de DINAMITA, y comienza a ser usado en las obras de ingeniería y en la industria militar. EL INVENTO DE NOBEL SE EXTIENDE POR EL MUNDO.
Como reguero de pólvora, en la década de 1870, Nobel viaja sin descanso y funda empresas en Europa y Estados Unidos como accionista mayoritario, finalmente en 1886, establece el grupo industrial más importante del siglo XIX, el Dinamite Trust LTD., que en 1900 se convierte en la red armamentista más grande del mundo, produciendo distintos tipos de explosivos , en más de noventa fábricas en varios países, paradójicamente el hombre que invento un medio de destrucción tan efectivo es, aun en nuestros días, uno de los mayores benefactores de la humanidad.
A través de su testamento ha contribuido al avance de la investigación científica y al desarrollo de las humanidades, después de su muerte y según su voluntad, los albaceas de Nobel, liquidaron las acciones de todas las compañías de explosivos, luego de cuatro años de negociaciones, la herencia comunitaria alcanzo los 33 millones de coronas suecas, equivalentes a mas de cinco millones de dólares, en cumplimiento del testamento de Nobel, en 1900, el rey Oscar II, de Suecia, promulgo los estatutos para crear la FUNDACION NOBEL, organismo encargado de administrar los premios.
Los primeros premios fueron concedidos el 10 de diciembre de 1901, con motivo del quinto aniversario de la muerte de Alfred Nobel, desde entonces, la real academia Sueca de ciencia s, entrega los premio s de física y química; el Real Instituto Médico Quirúrgicos Carolina, de Estocolmo, el de Filosofía y medicina, y el comité Nobel Noruego, el de la Paz, la academia de ciencias también supervisa el premio de economía, instituido por el banco de Suecia. En 1968, cada premio consiste en una medalla de casi un millón de dólares (7.000.000. de coronas suecas), además de la votación en cada consejo, los nominados para recibir el premio nobel son elegidos por siete universidades suecas y los ganadores anteriores del Nobel.
A pesar de la autoridad académica y moral de jurado, la selección de los ganadores se ha visto envuelta en más de una controversia, en 1926, por ejemplo, el danés Johannes Fibiger (1867-1928), recibió el premio nobel de fisiología y medicina, por el descubrimiento de un parásito que producía cáncer, y poco tiempo después se demostró que Fibiger, había cometido un error en su investigación, otro sonado caso de protesta se presento en 1954, cuando el jurado presionado por factores políticos, pretendía conceder el premio de la paz a Winston Churchill, cayo carácter bélico, ya había sido demostrado. En vista de la inconformidad internacional, le fue concedido, a cambio el premio de literatura.
De cualquier manera, Alfred Bernhard Nobel, puede descansar en paz, su testamento se ha cumplido.Cabe recordar que Alfred Nobel, patento 129 inventos, todos relacionados con explosivos.